diciembre 20, 2013

Llegó el día

Ese día que sabía que llegaría pero me negaba a aceptar, porque pensaba que podía salvar algo inexistente, algo que solo vivía en mi mente, algo que no era nada. Para mi era mucho, pero ¿qué? No sirve de nada remar de un solo lado del bote. Obviamente cometí el mismo error de siempre, lo sé ahora que tengo una observación global del asunto, el mismo maldito error. La diferencia hoy es que ese error se prolongó dos años y yo no quise verlo, pensé que podía vivir así, creí que no me importaba.

Le di largas, digamos, a este "adiós" que no es despedida porque es que ni siquiera sé cómo se hace eso. Yo, mejor dicho, Abbie tiene la mala costumbre de creer que la gente algún día volverá a nuestras vidas "como en los viejos tiempos", pero hasta ahora nadie ha vuelto. La gente lo supera, es verdad, y hasta nos saludamos con cortesía... pero de ahí a volver a ser como antes, pues no. La realidad es, querida, que estás a kilómetros de la razón, tu pijamita nueva que dice "Mrs. Always Right" es bastante irónica y fuera de contexto.

En fin, ese día que me dije -y le dije- "por favor, eso no va a pasar" no estaba pensando en un día como uno de esos días en Rio donde, quizás por percepción selectiva o por estupidez (más lo último, estoy segura) me sentía de más, sobrando, fuera de lugar. Ese día no estaba pensando en el día que sentiría que mis decisiones me convirtieron en la más idiota del planeta, sobre todo porque los demás no piensan ni actúan como yo. No sé hasta cuándo voy a creer eso. Ese día no me pasó por la cabeza que los demás sienten y padecen tanto o más que yo ni que mi actitud se volvía hostil con el pasar del cariño que creía no correspondido. ¿De verdad me estoy echando la culpa?

Se hartó... nos hartamos, para ser justos. Pero, y de nuevo hago uso de mi percepción selectiva, le da igual. Le da igual porque tiene mil cuatrocientos amigos (¿amigas?) que le ofrece lo mismo o más de lo que yo creo que le ofrecí -más allá de las idioteces de Abbie-, le da igual porque en su vida nadie es indispensable, le da igual porque, a pesar de todo, no se siente solo. A mi, por el contrario, no me da igual para nada, sobre todo porque no tengo mil cuatrocientos amigos y sí me siento en completa y absoluta soledad.

Solo me estoy desahogando, no me eché a morir cuando "vos" se fue, mucho menos va a pasar hoy. Me duele, sí, no puedo evitarlo, pero la vida sigue y en realidad estoy más molesta conmigo misma, pero no voy a enumerar ni errores ni aciertos, ni mejores o peores momentos, solo me quedaré con lo mejor de todo, que es, entre otras cosas, el hecho de que hizo que quisiera ser mejor persona.

Sí, ya en enero pido la cita al psicólogo. Get over it.

diciembre 17, 2013

Me faltó poesía

No estuviste cuando vi el simulacro de atardecer en Copacabana. No estuviste mientras caminé bajo la lluvia por Ipanema. No llegaste en Corcovado ni en Pan de Azucar, ni en ninguno de los sitios que visité. Y me hiciste falta. Me hiciste falta para sonreír más, para llorar menos, para disfrutar, para dejarme llevar y restarle importancia a los pequeños detalles que se hicieron gigantes sin ti. Me faltó tu luz para alumbrar tanta oscuridad. Me faltaron ideas para disfrazar ciertas cosas. Soy insoportable sin vos. Me hiciste falta sobre todo para dejar de pensar y comenzar a soñar.

Me faltó poesía en Rio de Janeiro y quizás por eso creo que debo volver. Volver con Abbie, que no quiso ni voltear a verme, ni voltear a verlo a él, lo que creo que es un gran paso. Volver con ella que se merece esta vida más que yo, y que no se merece lo que le he hecho vivir, no se merece comentarios hostiles, denigrantes, degradantes. Abbie, mi Abbie, no se merece tan poco.

Pero nada de todo esto puede restarle, digamos, majestuosidad a Rio de Janeiro -al lado que conocí de la ciudad-, sé que vendrá un momento de inspiración donde escribiré maravillas de lo que viví, de lo que sentí, de lo que pensé allá. No escribí nada durante esos ocho, nueve, no.sé.cuántos días, a excepción de la última noche, donde te volví a llorar. También me falta poesía para dejarte ir. 

Poesía y un psicólogo.

octubre 30, 2013

Ventas

...y sentirse de una vez para siempre
olvidado y tranquilo
como un cero a la izquierda.
M.B.

A veces me pregunto
qué vende más
si la poesía o el sexo.

Hubo un tiempo de mi vida
que yo "vendía" sexo
no en las calles
por horas o minutos
ni en los bares
con trajecitos diminutos.
Tampoco estuve
en ningún gremio
donde la prioridad fuese
hablar o vender sexo
pero sin embargo
"me exhibía" ante todos
y escribía 
poéticamente -o no-
sobre sexo.

Para muchos era un escándalo -"¿qué le habrán enseñado?"-
porque para ellos el sexo es y será tabú
yo, por mi parte, ya no escribo sobre sexo
aunque el sexo siga viviendo en mi
ya no está en mis dedos -o sí-.

Y mi pregunta inicial
es más por la difusión
que por la comprensión
una foto de un par de pechos
se puede ver 
más que un par de oraciones
unas piernas bien torneadas
son mejor 
que dos versos medio pensados.

Quizás lo comprenden
lo de las palabras
pero ¿qué se puede hacer
con dos frases cursis?
Mejores cosas ofrecen
un par de pechos bien puestos
y más aún
con quien los lleve.

No sé si envidiar
es comprender 
que aunque la poesía 
venda poco
al final
quede más de ella.
No sé si madurar
es tratar de creer
que prefiero escribir
que estar
vendiendo sexo.

Fragmento.
No lo he terminado de escribir.

octubre 22, 2013

Vivir poéticamente

Transitar en las mañanas
saludando amablemente
y sonreír a desconocidos
es vivir poéticamente.

Ser usuario del Metro
junto a otro millar de gente
y de vaina tener espacio
para viajar decentemente

O subir a un autobús
y escuchar atentamente
al pedigüeño de turno
eso es vivir poéticamente.

Y rogar a las deidades
no toparte frente a frente
con algún amigo de lo ajeno
ladrón o "choro", comúnmente.

Pero si tus ruegos son ignorados
como sucede constantemente
no te preocupes, amigo
estás viviendo poéticamente.

Lo que nos sobra a nosotros
es la tan mentada "suerte"
de mantener a salvo la vida
ya que la seguridad es inexistente.

Al llegar a la oficina
y tomar el café de siempre
hay que pensar, entre otras cosas
que aquí la poesía sí está presente.

Volver a la rutina
del trabajo, humildemente
no nos aleja del todo
de vivir poéticamente.

Si su jefe es buena gente
es usted afortunado
pero si es todo lo contrario
¡pobre madre que tanto ha mentado!

Lo mismo si no trabaja
pero hace de estudiante
¿acaso cree que se salva?
Usted también sufre bastante.

Al finalizar las jornadas
nos toca la mejor parte
vivir lo mismo que en la mañana
pero con el estrés de la tarde.

Otra vez usar el Metro
duplicando la cantidad de gente
o calarse en el autobús
al pedigüeño insistente
al chofer malhumorado
o el Metro retrasado
la hostilidad del proletariado
¡esto es vivir poéticamente!

Cuando llega usted a casa
y cree que todo ha terminado
del grifo no sale agua
o su barrio no está iluminado

Toca bañarse con totuma
y usar velas románticamente
momento propicio para decir
¡esto es vivir poéticamente!

A propósito del artículo de Armando Rojas Guardia.

octubre 21, 2013

Manicomio

Diviso desde una ventana (o balcón) un pequeño jardín cercado por fachadas de edificios... debo estar en un tercer o cuarto piso. El jardín tiene un pulmón verde rectangular en el centro, a los lados tiene caminerías de brillantes piedras pequeñas por donde a duras penas podrían transitar dos personas a la vez. Las fachadas de los edificios se separan del jardín con pequeños arbustos. Me fijo en la fachada que está al frente: paredes blancas, amplias ventanas de madera al estilo del siglo XVIII. Voy bajando la vista y aparece ante mis ojos un portal imponente con dos grandes tablas de madera semi abiertas, a través de las cuales puedo ver el mar y un par o más de yates y catamaranes. Estoy cerca del puerto. Algo me dice que no vivo ahí, que esa es la casa de Fulano de tal. Atravieso la puerta sin darme cuenta siquiera que había bajado ni cómo lo hice... desde el portal el mar parece más una laguna de agua muy cristalina. Hay tres personas jugando en la orilla que, desde mi punto, se ve cerca aunque a ellos los veo diminutos: apenas puedo divisar a un hombre en bermudas y una mujer (lo sé por el cabello largo y el torso cubierto). No distingo a la tercera persona que se acerca por mi derecha, algo me impide voltear... de pronto esa persona lanza desde mi orilla una tortuga al mar y pienso que tocará fondo rápido: no es tan profundo. Pero la tortuga baja y baja y está nadando en aquellas aguas y de repente y sin razón aparente pienso en mi vida y me doy cuenta que no sé quién soy, no recuerdo nada, no sé qué hago ahí y no conozco a esas personas. Me lanzo al agua para salvar a la tortuga, pensando que la orilla está cerca y puedo llegar rápido, pero cuando me sumerjo, la tortuga desaparece, doy vueltas buscándola y no hay nada. Subo para tomar aire y estoy en medio del océano, la orilla que antes me parecía muy cercana está ahora demasiado lejos para llegar nadado. Me siento sin fuerzas para hacerlo, siento que me voy a desmayar ahí, sola, tengo miedo, pero luego sacudo la cabeza y me doy cuenta que estoy en una piscina en un lugar extraño. Me aferro a uno de los lados y veo a una mujer gorda que pasa frente a mi, siento odio, la miro con recelo, como queriendo hacerle daño pero no sé por qué. Tengo un teléfono inalámbrico en la mano (no es un celular) sumergido en el agua, me salgo de la piscina para llamar a mi mamá y me dan ganas de llorar y comienzo a recordar mi vida, todo lo que hasta hace dos segundos no sabía que había hecho. Ahora en vez del teléfono, tengo un cigarro en la mano. El pasillo por el que camino es parecido al de las haciendas de los llanos, con techos de zinc y cestas con matas guindadas de los tubos que lo sostienen... la pared era color naranja... me doy la vuelta por alguna razón y veo a tres personas sentadas en una mesa que parece de plástico, los asientos son lisos, sin espaldar y vienen incorporados a la mesa... llego hasta ellos pero solo veo a uno, es un hombre joven pero parece desnutrido, tiene los ojos hundidos y rojos, algo me dice que es la droga, tiene una chaqueta de cuero negro y una camisa cuello redondo negra. Cuando me siento a su lado me doy cuenta que llevo una bata blanca, pero no le doy mucha importancia, lo miro a los ojos y él me quita el cigarro... le hablo como sollozando "...honey, antes de que vuelva a perder la memoria, quiero contártelo todo..." el hombre se ríe y mira mi mano apoyada sobre el asiento: yo la miro también y noto tengo una cicatriz redonda en el centro del dorso de la mano. Quemada de cigarro. Lo veo y volteo a ver a las otras dos personas, pero están borrosas, solo escucho sus risitas antipáticas. Me doy cuenta que él no es mi honey y de pronto recuerdo que estoy en un manicomio, lo recuerdo todo... estoy encerrada... escucho un grito y levanto la cabeza: veo mi cuarto de paredes blancas. 

Escrito el 16.10.2013

octubre 20, 2013

Confesión #2

No tengo religión. 

Algo que ya saben algunos amigos, pero extenderé el cuento.

Y no creo que la necesite, pero por si acaso, estoy leyendo un poco de todo a ver si algo me convence: debo dar gracias a Doña Wikipedia, aunque sé que necesito más fuentes. Además, eso incrementa mi bajo porcentaje de cultura general al respecto.

Básicamente el cuento es así: crecí bajo el catolicismo, como la mayoría de la gente que conozco, me bautizaron, hice la primera comunión, etc., etc., pero desde que tengo uso de razón, mi familia ha "coqueteado" con prácticas que el catolicismo rechaza: santería, espiritismo, etc., lo que hace un tiempo me hizo pensar que nuestras "bases" religiosas podían ser seriamente cuestionadas y obviamente no son bases tan sólidas como pensaba y que, por supuesto, me alejó de ser una persona religiosa (practicante, mejor dicho) porque:

1. No me gusta la santería ni lo de espíritus que "poseen" a las personas.
2. Al menos la mitad de los católicos me parecen hipócritas y esa cifra aumenta si hablamos de las autoridades (curas, monjas, etc.).*
3. No me impusieron ninguna de las anteriores, es decir, en ese aspecto soy libre y decidí ejercer esa libertad. Fin del cuento.

Debo aclarar mis creencias, por supuesto, que aún no tengo completamente claras porque tanto mezclote me ha confundido, aunque sinceramente creo que Dios debe estar doblado de risa con esta licuadora religiosa:

1. Creo en Dios.
2. No creo en Jesús ni en la virgen ni en todo el cuento que escuché en todos los años de estudio en colegios católicos... así como leo un libro y sé que no todo es literal ni todo es absolutamente cierto, bueno, así.
3. Creo que Dios no castiga: puede ser que en este punto esté mezclando creencias, pero usted no puede hacer algo que dañe o perjudique a otro y salir limpio y/o libre de males... el mundo es redondo, las acciones le dan la vuelta. (Karma, que le llaman, ¿no?)
4. Respecto al karma, no creo en el infierno: lo que aquí haga aquí lo paga... aunque no siempre se corresponda la magnitud de los hechos.
5. Creo que todos vivimos con mezclas de creencias y que eso es totalmente válido: muchos países del mundo han separado las leyes humanas de las divinas, donde unas contradicen a otras... y Dios no ha acabado con el mundo por eso.
6. Creo que no es necesario vivir bajo una religión... pero el mundo no cree eso. No sé si en algún lugar del planeta ya estén asesinando ateos o algo, pero puede ser.

Vamos a dejarlo hasta aquí, quizás siga con la lista en otro momento. 
Después de todo esto, creo que nunca podré practicar una religión.
Cierren el confesionario, por hoy.

*En algún momento escribiré mis opiniones al respecto de todo lo que se refiere a mi antigua religión. (¿Se dice así?)

PD: Se aceptan fuentes de información. Todo conocimiento es bienvenido.

octubre 11, 2013

Carros y lugares

Estoy parada en una calle con mi prima: vemos dos autos negros idénticos (según la información son "Malibú" pero parecen carros de los '60) y alguien que no veo nos está vendiendo los autos. Yo digo que sí inmediatamente, pero no tengo el dinero completo, me faltan 15 mil bolívares. Salgo de la escena de los autos y voy a un balcón a llamar por teléfono a alguien que sé que me los prestará... veo mi mano buscando su número en mi celular... me atiende, le pregunto dónde está y me dice "en la Colonia Tovar", entro por una puerta que está frente a mi, ya no estoy en un balcón sino en una azotea y la puerta da a un único cuarto, sigo hablando por teléfono y le pregunto "¿Con quién?", entro a una habitación de paredes verdes, hay una mesita de noche al fondo, hacia arriba y a la izquierda veo una ventana pequeña y del otro lado una repisa con libros y ropa, sé que hay cortinas aunque no las veo... "Con Karen" me dice por teléfono mientras me mira de frente... lo veo sentado en la mesita de noche, con la espalda apoyada en la pared verde, tiene el torso desnudo y un bermudas, pies descalzos... de repente se inclina, apoya los codos en las rodillas y toma las manos de una mujer entre las de él... y veo la espalda recta de la mujer, su cabello es largo, ondulado, color oro y puesto hacia un lado; está sentada en una cama matrimonial desarreglada, frente a él... cuando le veo la nuca hace ademán de voltear y salgo por la misma puerta por la que entré... "¿Quién es Karen?" le pregunto, aunque sé quién es... "Mi novia, Karen...", no sé por qué siento tristeza, me siento sola, quiero llorar, algo me dice que eso ya lo sabía, que deje el melodrama, aún así algo en el pecho me duele... no sé si de verdad estaba en aquella habitación o solo fue una visión, de esas que tengo a veces... estoy de nuevo en el balcón de antes y lo veo caminando por la azotea con el teléfono en la oreja, ya no veo a la mujer pero sé que sigue con él... tengo un nudo en la garganta, pero le hablo como si nada... "Necesito un favor" ... "Claro, lo que quieras" ... lo noto diferente, como apurado, como fastidiado... "Necesito que me prestes dinero, me voy a comprar un carro y no me alcanza" y lo veo frente a mi, sin teléfono, me dice "No te vas a comprar ese carro tan viejo..." pero desde el balcón veo que remodelan uno de los carros... veo uno negro, como el que vi al principio y uno blanco que era igual al negro de al lado pero lo terminaron y ahora parece un Dodge Caliber, carro que a mi siempre se me ha parecido a una cucaracha. Tiene dos ventanas en el techo, como las alas de las cucarachas voladoras... brillan... le digo por teléfono que lo van a remodelar, que no se preocupe que yo le pago... no sé si me presta el dinero, lo veo sentado frente a la mujer otra vez y ésta vez ella termina de voltear y sé que es una visión porque no me mira, no estoy ahí... ahora sí le veo el rostro, es hermosa pero no sé cómo describirla: tiene cara de modelo, sonrisa de modelo, ojos grandes y bondadosos, pienso que es perfecta... la pone al teléfono, lo veo dárselo y de repente le escucho la voz "Me ha hablado mucho de ti" ... "¿En serio?" ... "Tranquila, lo cuidaré y lo amaré mucho, como tú"... no sé por qué pero confío en esa mujer, no puedo odiarla, no tengo motivos, tiene un físico hermoso y una personalidad hermosa... estoy segura de que no puedo competir con eso, no tendría por qué hacerlo, es mi amigo, siempre será mi amigo... de pronto ya no los veo y estoy en una reunión de gente que no conozco... he visto esas caras alguna vez pero no sé quiénes son... hay un grupo de tres hombres, están borrachos y siento que es mi responsabilidad llevarlos sanos a casa... los llevo al estacionamiento y me dicen que ellos se van en su carro, que vaya adelante en el mío... subo a un carro de copiloto y el conductor es alguien que sí conozco, creo que tenemos una relación pero no estoy segura... comenzamos a andar por una carretera parecida a la ARC, llevamos un rato rodando y hablando muy relajados y el carro comienza a acelerar, vamos muy rápido por unas curvas cuyo "final" es un túnel oscuro, creo que no tiene luz... a medida que nos acercamos al túnel, el carro se va frenando hasta comenzar a rodar muy despacio conforme entramos al túnel... hay mucha gente dentro, los veo a todos porque de algún lado sale luz natural... las personas nos miran, tocan las ventanas del carro, me acarician el cabello... nos hacen señas que me dan miedo, como de pistolas, de muerte, de violación... hay mujeres gordas vestidas con franelillas y shorts, hombres con bermudas, sin camisas y con las franelas en la cabeza, niños mocosos en pañales... pasamos ese túnel sin daños visibles, pero aún tengo miedo. El carro llega a una laguna y tenemos que caminar por ella... me hundo hasta que el agua (que está espesa, por lo que deduzco que no es precisamente agua) me llega al ombligo y sigo caminando... de repente me acuerdo del grupo de borrachos que debía seguirme y desde donde estoy veo el túnel y veo que el carro entra en él, pero en cuestión de segundos ya están caminando detrás de mi y me siento aliviada, feliz... doy tres o cuatro pasos más hasta llegar a una isla donde hay tres señores sentados en sillas de mimbre y hablan muy entretenidos, aunque uno de ellos está en silencio... lo conozco, es el papá de mi prima, murió hace unos meses... no habla, no voltea, parece dormido, como se dormía en las fiestas después de beber mucho... los otros dos señores que no conozco me dicen que ya va a empezar el juego... pienso ¿qué juego? Me doy cuenta que están sentados frente a una puerta, veo a través de ella y hay un estadio de béisbol... los borrachos están acercándose a nosotros con instrumentos musicales: guitarra, trompeta y acordeón... los traen sobre sus cabezas para que no se mojen... son barbudos y de cabellos largos y sin peinar y dan la impresión de no haberse bañado en días... espero que lleguen; todos estamos secos, me abrazan y entramos al estadio... ahí veo el montículo donde debería estar un pitcher pero veo el auto cucaracha blanco y el negro con el capó abierto... volteo y veo el cuarto en la azotea... tiene novia... la besa... la ama, literalmente... parpadeo y veo una pared blanca... toco el botón de mi celular... 4:35 am... 

...maldita sea...
...odio recordar tan bien este sueño de mierda.
Eso no lo tuiteo.

octubre 08, 2013

"Recuerdos" Plus

Sé que me olvidé de este proyecto, pero créanme, ahora más que nunca tengo los recuerdos frescos... de hecho, el de hoy es uno que no me ha dejado en paz, no sé por qué me acuesto y me levanto pensando en ello, así que lo voy a escribir a ver si me deja tranquila. A esta persona no la conocí, de hecho lo más que le dije fue "mucho gusto", pero sus hijos han estado en mi vida antes y mucho más después de su muerte. Esta entrada será algo atípica, por eso es "plus".

De mis recuerdos:
Marlen

La primera -y única- vez que vi a la señora Marlén fue en mi graduación: una amiga me estaba tomando fotos con una cámara semi profesional y Génesis me pidió que le tomara una foto con su mamá y su hijo. Probablemente hubiese conocido a Emmanuel ese día, pero supongo que son cosas del destino. No le di mucha importancia al asunto y por eso no me explico cómo tengo ese recuerdo tan presente, a pesar de todo lo que se vive en dos días de actos de graduación. 

Estaba en primer año de la carrera cuando vi a Genesis por primera vez: siempre estuvimos en secciones diferentes y sin embargo su grupo "odiaba" al mío y viceversa. Fue así durante más de tres años. Al principio la confundía con otra (Carolina) y pensaba que eran una sola persona porque ambas tienen el cabello negro, ondulado y se vestían parecido (jeans, zapatos deportivos, etc.) hasta el día que las vi juntas y dejé de creer que estaba loca porque unos días la veía morena y otros días blanca. Lo cierto es que, cuando nos tocó hacer prácticas profesionales juntas, el "odio" de más de tres años se desvaneció en menos de tres meses. Cosas de la vida.

El último recuerdo que tengo de ella antes de la muerte de su mamá coincide (más o menos) con el primer recuerdo que tengo de su hermano: las fiestas de graduación. Yo estaba con Raquel, Gaby y unos tragos de más (o de menos, comparado con el final de la fiesta), pero recuerdo perfecto que estábamos en el "lobby" chismeando a un matrimonio que se tomaba fotos antes de entrar a su respectiva fiesta cuando se bajaron Génesis y Emmanuel de un carro (lo que no me permite recordar el ron es el protocolo de presentación) y nuestro trayecto desde la entrada hasta la mesa fue fotografiado escalón por escalón. Las fotos ayudan a la memoria.

El último recuerdo que tengo de Emmanuel antes de la muerte de su mamá es una foto que se tomó de mi teléfono el jueves antes de ese viernes que le cambió la vida. Repito, las fotos ayudan a recordar: él sale con una mueca que odio (y nunca se lo he dicho) en unas escaleras mecánicas de un centro comercial. Tengo la certeza de que no entramos al cine, pero no recuerdo qué hicimos y, cuando decidimos irnos, su mamá lo llamó para que le comprara un postre... entramos a un local y él pidió una tartaleta de fresa (o una torta, no estoy segura) y nos fuimos.

Luego de leer el mensaje con la noticia el sábado en la mañana, recuerdo absolutamente todo lo que viví ese día, pero básicamente fue así: Génesis llegó, luego Emmanuel, fuimos al cementerio, los abracé pocas veces porque había mucha gente, los llamé al final de la tarde... el recuerdo más vivo y más triste de esos días tan difíciles fue en la entrega del título post mortem. Además, el día que los acompañé al cementerio... pero, en general, el proceso de haberse caído y levantarse poco a poco ha sido duro. Incluso hoy no puedo afirmar que estén completamente de pie.

La verdad, no sé de dónde saqué tantas palabras para la misma tristeza en tantos días diferentes, cómo me abstuve de llorar cuando él lloraba, de dónde me salió fuerza y valentía para apoyarlo cuando, en vez de levantarse, quería escarbar la tierra, hacer un hueco y meterse dentro. Fui alguien que él necesitaba y que yo no sabía que podía llegar a ser. Hay ciertas cosas que no sé si deba decir, pero aquí -y omitiendo el por qué- puedo darle las gracias, señora Marlén.

octubre 04, 2013

Cartas al azar: Pablo A.

Luisa:

Te escribo estas líneas porque no tuve el valor de llamarte después de recibir tu invitación, tampoco te envío un mail porque sé que esas vías "antipersonales" y tú no se llevan bien. Gracias por invitarme, la verdad quedé muy sorprendido de que vayas a casarte, después de tus grandes discursos de mujer de mundo que no se amarraría a ningún hombre "porque eso sería perder parte de mi esencia como mujer", lo recuerdo muy bien. No me voy a desviar, te doy las gracias porque es lo único que puedo hacer, no me pidas que asista a tu boda, conoces mejor que nadie mis sentimientos y no soportaría verte de blanco frente a otro hombre que no sea yo. En fin, no quiero sonar sentimental ni mucho menos incomodarte, solo quiero desahogar un poco esto que llevo dentro desde hace mucho. La verdad, más fue la sorpresa de con quién te ibas a casar que el casamiento en sí mismo: ¿Pablo B.? ¿De verdad? ¿El mismo Pablo B. que ambos conocemos? Mi mejor amigo, mi hermano, que dejó de hablarme cuando se enteró de lo que yo sentía por ti... ¿ese? Lo siento, no puedo imaginarte con él, me niego a hacerlo, no porque sea un mal tipo, de verdad es una buena persona, pero considero que tú te mereces a alguien mejor, que tampoco puedo decir que sea yo porque vamos, no soy perfecto ni tengo más que ofrecerte de lo que te puede ofrecer él, solo digo que tú eres una gran mujer y como tal, te mereces un gran hombre a tu lado. Pero bueno, que tampoco voy a reprocharte nada ni a criticar tus decisiones, no tengo derecho, hace más de cinco años desde la última vez que nos vimos y no recuerdo que haya sido la mejor velada del mundo, qué bueno que tu relación esté tan fortalecida y sea tan seria como para dar ese paso. Como seguramente imaginarás, yo sigo en el mismo escritorio de la última vez, escribiendo una novela diferente a la de la última vez pero escribiendo al fin, igual que siempre, a diferencia de ti, que haces tantas cosas y a diferencia de Pablo B., que a pesar de su fama en la universidad (y de los rumores de corrupto que rondan por ahí) he escuchado que es un abogado respetable. No es que yo lo crea, ni mucho menos, pero los chismes corren y uno nunca sabe, la gente cambia o no, yo de corazón espero que mi amigo (o debería decir mi examigo) sea un hombre de carácter y principios como nunca antes lo ha sido. Discúlpame la broma, a mi tampoco me hizo gracia. A mi el derecho solo me sirvió para desbordar mi imaginación y usar la habilidad de la palabra que ustedes tienen para plasmarla en papel, para nadie es un secreto que nunca fui bueno para pronunciar sino para escribir, así que no hubiese sido un buen abogado de todas maneras. Me alegra que ustedes sí lo sean y que les vaya muy bien, les deseo mucha felicidad en sus vidas, lástima que no tenga, digamos, la voluntad de acompañarlos en ese día tan especial para los dos. Además, quiero que sepas que no estoy solo, a pesar de todo conozco tu preocupación por mi soledad y porque no envejeciera al lado de los puros papeles y lápices, luego de papeles y máquina de escribir y ahora todo teclado y pantalla del computador. Quiero aliviarte esa angustia (si es que aún la tienes) y confesarte que no estoy solo. ¿Te acuerdas de Sara? La calladita del fondo del salón, la que dejó la facultad a media carrera para dedicarse a las artes escénicas... pues en mis escapadas a la Facultad de Artes, esas que criticabas tanto porque podía perder mi beca, entablé una relación de amistad algo tímida con ella y después, cuando nos graduamos y nuestras vidas se separaron en distintos rumbos, seguí visitando aquella facultad, más por ella que por las ganas de escribir y me refugié en ellas (la facultad y Sara, claramente) y en el mundo artístico, conocí mucha gente y mantuve mi mente ocupada en gente nueva, ideas nuevas y la carita de niña de Sara, para ver si olvidaba un poco lo que sentía y pues aquí estamos, ella actúa, yo escribo, ambos en una vida ajustada pero contentos, sin más compromiso que una pieza (y sus deberes) compartidos, críticas constructivas del trabajo del otro y varias noches siendo un solo cuerpo. Tampoco quiero incomodarte con mi intimidad, en general la información que quiero que tengas es que hay mucha gente en mi soledad, casi todos los artistas suelen están solos por dentro pero nunca por fuera, y quizás estoy exagerando al considerarme artista pero ya ves, gajes del oficio. Ya me he extendido mucho y casi es hora de cenar, sigo cocinando tan bien como antes, o eso dice Sara, quien probó mis exquisiteses por primera vez cuando lo hiciste tú por última. Aprovecho para agradecerte todos los años de amistad que, aunque no es igual que antes, sigue siendo amistad, al menos de este lado, no sé qué opinarás tú y me gustaría saberlo. Gracias nuevamente por la invitación, quizás mi inseguridad me lleve a comprobar si realmente te casarás así que, por si acaso, no ocupes mi puesto en tu organización de las mesas.

Cariños, 
Pablo A.

PD: Agradezco que hayas puesto "para 2 personas" aunque sea por protocolo, sabes que no hubiese tenido el valor de ir solo, en caso de que decidiera ir.

septiembre 11, 2013

«No te salves» M.B.

...
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
...
pero si 
pese a todo
no puedes evitarlo
...
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo. 

septiembre 05, 2013

Creo en el amor*

Creo en las miradas brillantes. Creo en los besos bajo la lluvia. Creo en la sonrisa que delata la ilusión. Creo en las caricias sanas... y las no tan sanas. Creo en las cartas de amor. Creo en los detalles como el agua que riega el amor. Creo en el suspiro como instrumento para demostrar felicidad, nostalgia de los buenos tiempos, deseos reprimidos y liberar los besos abandonados a la deriva de los labios. Creo en las despedidas pero sobre todo creo en las bienvenidas. Creo en la luna como el lugar de encuentro de las miradas enamoradas. Creo en los besos de todos los colores y sabores. Creo en las mordidas de labios. Creo en el amor antes, durante y después. Creo en el sexo y creo aún más en el sexo con amor. Creo en las vidas pasadas y en las próximas, donde te he encontrado y donde te voy a encontrar. Creo en esta vida porque tú me haces creer en ella. Creo en el conejo de la luna. Creo en las nubes para vivir, para viajar, para amar y para nunca caer, aunque suele suceder. Creo en las canciones como historias de amor escritas en sinfonía. Creo en los finales felices y en los infelices porque dan pie a las bienvenidas. Creo en las alas que nos regalan las ilusiones. Creo en las voces que te nombran. Creo en las mariposas que habitan en mi estómago, aunque a veces las vomite.

*Ciertas condiciones aplican.

agosto 06, 2013

Cómo te explico

...cosas que ni yo puedo explicarme a mimisma.

Es un momento difícil de la vida, de repente pienso "a la mierda la vida, voy a pintar carros" o algo así y otras veces digo "seguiré trabajando y saldré adelante" y hago planes a corto y mediano plazo y me siento plena, feliz, con entusiasmo... pero lo primero ocurre más veces.

Estoy vuelta mierda. Ese es el resumen. En todos los sentidos, creo, y no voy a echarle la culpa a Abbie que se fue y me dejó, que qué puta y vaina, no... tampoco voy a victimizarme y decir que no merezco esto (que no sé qué es, de paso). Últimamente he buscado en mis recuerdos algo que hice mal y por lo cual estoy viviendo y sintiendo lo que ya todos sabemos (una mierda) y ajá, no he encontrado nada, pero algo debe haber... estoy segura.

Lo malo del cuento -la bruja, yo- es que estoy arrastrando gente y sentimientos y eso no está bien... porque ahí sí es verdad que me voy a quedar con mis gatos y/o loros en una casa de campo con bastantes matas y espantos (tipo la Sayona y eso). Debo ser seria, debo recuperar la capacidad de querer, de aceptar, de tolerar, de vivir...

...pero cómo te explico que no sé por dónde empezar.

Respirar hondo cada vez que no sienta algo bonito puede ser un buen primer paso, ¿no?

PD: Escribir "cada vez que no sienta algo bonito" fue el primer paso. Yupi. :)

julio 30, 2013

Ella me dejó

Abbie se fue.

Decidió independizarse, buscar el amor por sus propios medios, patear calle, como quien dice. Se cansó de mi, de mis metidas de pata, de que me gustaran todos y no me enamorara de ninguno, se cansó de quererme más de lo que yo me quería, de creer en mi... supongo que está en todo su derecho, no se puede andar por el mundo odiándolo todo, te desgasta la vida.

En las noches la extraño más que nunca... era ella la que escribía poesía, la que sonreía con canciones románticas, la que se ilusionaba por las dos, la que hacía de un regalo corriente algo especial, la que me decía "ya llegará...", la que me prestaba su inspiración para escribir cosas más interesantes que esta porquería que ahora publico.

Abbie era mi mejor parte. Sé que volverá, lo mejor de nosotros siempre vuelve cuando nos enamoramos (decía ella) pero hoy, aunque no parezca, la extraño mucho. Quizás por eso "estoy loca" por encontrar el amor, para reencontrarme con mi mejor yo, para volver a ser como ella.


julio 19, 2013

Confesión #1

Soy una doña.

Esta es formalmente mi primera confesión en este rancho. Soy una doña, pana, soy una fucking doña (y de las solteronas, además) me falta que si el pañuelo y el bastón... pero todo lo demás te lo tengo. Por ejemplo: veo gente haciendo cebo y pienso "en mis tiempos..." ¡PERO SI "EN MIS TIEMPOS" FUE AYER! (y también pasaban esas cosas). Un poquito de por favor.

Es triste que mi primera confesión formal sea que soy una vieja... ya me da miedo tomar ron (o vodka, o anís, o el mayor temor: tequila) por 1. la gastritis* y 2. no voy a valer medio por lo menos hasta la semana siguiente... porque el ratón ya no me dura medio día, ¡no, Señor! It's too mainstream. Mínimo dos días, y paso medio mareada el resto de la semana.

Claro que tengo un punto a favor: sigo rumbeando, ¡JA! Dos veces... al año... eehh... quizás tres... pero no en esos antros donde me la pasaba que uno no podía ni sentarse y que tenías que desvestirte para que te dejaran entrar... ahora voy que si en cholitas y jeans o en converse... (hola, ya uso converse, ¿se acuerdan cuando no? Yo sí) ...confesión 1.1: estoy exagerando.

Pero nada, vale, soy una doña, básicamente porque antes no me daba ni coquito y ahora no salgo de una gripe, una migraña, una verga... no, una verga no... ¡qué triste, joder! :(

PD: El ratón es directamente proporcional al tiempo que tengas sin tomar, CALCULA TÚ.
*O los médicos nos mienten al decirnos "la gastritis se cura" o algo estoy haciendo mal.

julio 13, 2013

Mi gran tesoro

Hay días que me pregunto muchas cosas. Días que agradezco lo que soy y lo que tengo. Hace tiempo no pensaba en algo que me acaba de volver a la mente como una estrella fugaz... ¿cómo sería perder la memoria? Debe ser horrible. Ver y escuchar gente que te habla de quién eres y que tú no sepas de quién te hablan porque definitivamente a esa persona que describen no eres tú. Peor aún, que te hablen y tú no sepas quién es ese... aunque sea tu papá. No sé si me da más miedo la muerte o perder la memoria.

Estoy haciendo respaldo de mi computadora... más de cinco años de vida en fotos, vídeos y notas de voz... sentí pánico a principios de año cuando se me borraron más de tres mil fotos del teléfono, lloré hasta quedarme dormida porque tenía fotos de salidas con amigos, de reuniones familiares, etc., y no sé qué haría si se borra todo lo que tengo en la computadora. Ahí si me da un infarto.

No sé qué haría si pierdo la memoria, a veces me planteo situaciones hipotéticas (unas más trágicas, otras más felices, depende del ánimo) para ejercitar la mente, el carácter, la manera de actuar, pero lo cierto es que nunca logro nada útil porque nada de lo que pienso tiene altas probabilidades de suceder. Bueno, algunas eventualmente pasarán, pero no me gusta pensar en ello.

Me da mucho miedo olvidar a la gente que quiero, olvidar cómo quererlos, por qué los quiero, olvidar lo que he aprendido, lo que soy, lo que he visto, leído, escuchado... lo que he olvidado ha sido por decisión propia, tengo muchos recuerdos hermosos, tiendo a poner la memoria a trabajar para tener frescos mis primeros recuerdos de todo... mi primer recuerdo de mis papás, de mi familia, de mis amigos, mi primer recuerdo de la playa, de mi primer viaje y así sucesivamente. 

Lamentablemente también tengo el último recuerdo de muchas personas que ya no están, pero la mayor parte del tiempo es lindo recordar y saber que hay más momentos felices en tu vida de lo que pensabas, que no puedes contar con los dedos de manos y pies las veces que has sonreído, que has sido feliz, los "instantes mágicos" de tu vida, es realmente hermoso saber que, aunque duela que algunos ya no estén, los momentos vividos con ellos fueron maravillosos.

No dejo de extrañar a la gente que ya no está en mi vida o en este mundo, los recuerdos es lo único que nos queda, quizás por eso me da tanto miedo perder mis fotos, mis vídeos... o mi memoria.

julio 09, 2013

No puedo escribir

La genialidad me da por segundos. Decir "genialidad" es un subjetivismo arrechísimo, básicamente porque no escribo genialidades, no soy genio, pero vamos, que alguien tiene que creer en mi y si no soy yo...

La genialidad me da por segundos, repito. De repente me despierto a las tres de la mañana con una idea y tengo que escribirla para poder seguir durmiendo... pero no todas esas ideas puedo -o quiero- publicarlas aquí, además tampoco es que son muchas. Lo cierto es que he perdido esa facilidad para sentarme -o acostarme- y escribir algo que me guste.

No publico escritos que no me gusten. Quizás después no me gusten, pero en su momento me gustó y lo publiqué. Bueno, ya eso no me pasa. No puedo escribir y no sé por qué. Mejor dicho, no puedo publicar y no sé por qué. Hay muchas cosas que quisiera decir pero para qué, si ya maduré y lo digo de frente, para qué, si sería repetir lo que ya he dicho, para qué si mis desahogos son míos y ya no siento ganas de que los demás los lean.

Tengo escritos geniales, pero son personales, muy personales, tanto que son exclusivos de alguien porque tienen vivencias, experiencias, chistes internos y ese es el punto, ya no puedo hacer que un escrito sea universal, ahora todo se lo escribo a alguien (alguien genérico, no siempre es a la misma persona), ahora todo tiene un sello personal, una anécdota que no entenderían pero que para mi tiene un gran significado sentimental.

Antes podía escribirle a alguien y hacerlo "sonar" genérico... pero perdí esa capacidad. Y me preocupa. :(

julio 02, 2013

Días "malditasea"

Hoy no fue para nada un buen día y no sé por qué, la verdad, porque no ocurrió nada trascendental que me hiciera sentirme como me sentí, nada grave, nada triste, nada indignante... simplemente me levanté como con ganas de no tener ganas... (sí, a lo Arjona). Mi mejor amigo me dijo "no odies al mundo porque el mundo no te odia", y la verdad no estoy tan segura de ello... no digo que me odie, pero no le debo caer muy bien.

La realidad es que días como hoy me doy cuenta que estoy sobrando en algunas vidas... que soy así como un extra de una película de la que no sé absolutamente nada y no sé qué hago ahí... que no estoy en los libretos de nadie y que tengo que dejar de dejarme llevar...

Todos los putos días pienso lo mismo y no hago nada de lo que planeo... y me refugio en la excusa barata de "hace mucho que no tenía algo como esto" pero ¿qué es "esto"? No es nada... es la ilusión de algo, pero a fin de cuentas no es nada y la excusa suena más barata aún porque no tiene una base en la cual sostenerse...

Y me da rabia conmigo misma porque sigo en el mismo hueco del que sé cómo salir... y sigo haciendo lo mismo que el día anterior dije que dejaría de hacer... y sigo invirtiendo mi tiempo y mis energías en cosas que no debo... y sigo jugando y sigo perdiendo...

Ya he estado aquí antes, ya sé cómo termina esto, solo necesito un botón de forward.

julio 01, 2013

Instinto

Nos encontramos una noche durante un concierto donde llovía copiosamente y ninguno de los dos tenía paraguas. Decidimos permanecer juntos y seguir disfrutando de la música por la que habíamos pagado sin darle importancia a la lluvia, porque al final de cuentas esos instantes de la vida son los que se recuerdan con la sonrisa más grande. 

Bailamos y cantamos con todas las fuerzas que nos permitía el frío que hacía en aquel recinto. Al final del concierto corrimos hasta mi carro porque tenía un par de toallas en la maleta y podía acercarlo hasta su casa. Nos secamos un poco dentro del vehículo mientras conversábamos; yo temblaba por el frío y él sugirió que podíamos abrazarnos por un par de minutos para que el calor corporal nos calentara.

Bromeé diciéndole que no dejaría que se aprovechara de mi, pero la verdad era que en sus brazos temblaba más por lo que me hacía sentir que por el frío y creo que él lo sentía, porque acercaba deliberadamente sus labios a los míos, los mojaba con su lengua y respiraba despacio... y volteé a mirarlo y por instinto me mordí el labio inferior y él por instinto sonrió antes de besarme... por instinto me besó y yo por instinto le devolví el beso.

Era por instinto que manejaba hasta su casa dos y tres noches por semana con la excusa de que no podía dormir sola y lo que menos hacíamos era dormir... él comenzó a quererme más de lo que yo quería y nunca he sabido cómo mantener una relación, no sé cómo es eso de que me llamen a la oficina solo para desearme buenos días ni que me inviten un café que no termine en sexo, ni que me cuiden en esos días...

Fue por instinto que dejé de ir a su casa por las noches y por instinto cambié de número de teléfono y no le di explicaciones cuando me buscó porque tampoco sé cómo despedirme y dejé de ir a su librería favorita -que era también la mía- y dejé de tomar esos cafés que no terminaban en sexo y dejé de pensar que me había enamorado y por excusarme en el instinto lo había dejado ir...

Hace días lo volví a ver... por instinto compré la entrada al concierto de su grupo favorito -que es también el mío- y cuando llegué comenzaba a llover... lo volví a ver como la primera vez, él sonreía mientras se acercaba... y yo sin paraguas...

junio 25, 2013

Para olvidarte

"Porque eres mío
porque no eres mio..."

Tengo que amarte 
para dejar de amarte
tengo que soñarte
para dejar de soñarte
porque si te amo
y si te sueño
la mente y el corazón
se cansarán de hacerlo
...algún día.

He estado aquí otras veces
en otros tiempos
en otras vidas
y siempre ha sido suficiente
amar para no amar
soñar para no soñar
vivirte para llenarme de ti
y dejarte para llenarme de mi.

Quizás no deje de amarte
ni de soñarte
ni de vivirte
o quizás si
nadie lo sabe a ciencia cierta
pero no podrás decir
y no podré reprocharme
que no hice el intento
tal vez mínimo o tal vez vasto
de olvidarte.

junio 20, 2013

A veces me da por llorar

Nadie lo sabe, pero soy súper llorona... no sé por qué siempre trato de ocultarlo, como si fuese motivo de vergüenza, supongo que es otro de mis mecanismos de defensa: pocas personas pueden decir que me han visto llorar de verdad.

Tengo la extraña manía de tomar para mi el dolor y/o sufrimiento ajeno: porque me duele ver decaído a alguien que quiero de verdad, porque recuerdo esos momentos donde yo estuve igual y no tuve a nadie -o no quise tener a nadie- ahí para mi, porque soy de esas personas pesimistas que viven y padecen los peores momentos antes de que sucedan.

Hoy, por ejemplo, he leído varias cosas en varios blogs que tocaron la puerta de mis lagrimales: un post que habla del amor a distancia, ese que ha estado en mi vida como una sombra desde que tengo uso de razón y capacidad para enamorarme y otro post que hablaba del día del padre y de cómo se vive cuando ya no lo tienes... y es que siempre he estado tan cerca de la muerte...

Tengo el don de recordar las primeras y últimas veces de algo/alguien en mi vida... y la verdad, aunque es un don extrañamente interesante y quizás hasta importante o útil, no es para nada alegre, todo lo contrario... y son recuerdos, son muchas cosas que, por más que llore, las lágrimas no se las llevan... 

junio 17, 2013

Escribir

Hay muchas maneras de escribir. 

A mi me gusta leer lo que escribo y también me gusta como escribía antes, cuando estaba enamorada y "no podía ser", aunque eso suene a la definición de toda mi vida. Creo que escribo mejor desde el dolor, o algo así... ahora no tengo inspiración para escribir cosas como esas, no me salen poemas, no sé si pueda decir mejor algo que ya dije porque, aunque no sea una historia exactamente igual, en esencia es lo mismo porque vivo en un deja vú que cada vez es más engañoso, así que supongo que un día llegará ese que me engañe por completo y me haga creer que me ama como yo lo amo. (Sí, esto es escrito por mi pesimismo).

Me gustaría poder escribir al ritmo que pienso, usar metáforas como los escritores en sus historias, escribir mi propia historia... lo he estado haciendo, en realidad, a veces sin darme cuenta, otras veces con plena conciencia de lo que escribo. Me gustaría escribirle a alguien, como antes. Mis escritos favoritos son los que escribo a alguien, sean de bienvenida, de agradecimiento, de despedida, de advertencia... siempre que le escribo a alguien me sale genial. Desearía tener un talento innato para escribir, así como estoy segura que lo tengo para pensar.

Últimamente me gustaría, desearía y quisiera muchas cosas pero no actúo para lograr nada

...ese es otro deja vú.

junio 07, 2013

Mi intolerancia

Últimamente mis niveles de intolerancia están con Abbie, por allá en la estratósfera o algo.

No soporto el vallenato en el transporte público, pero tampoco el reggaetón, ni la salsa "baúl", ni la música llanera, ni el merengue ni el joropo tuyero... no entiendo por qué tenemos que soportar niveles excesivos de música de autobús a las 7 de la mañana o a las 3 de la tarde o a las 8 de la noche, como si mis pesadillas no fuesen suficientemente insoportables ya, o como si la gente en la calle fuese super amable, o como si el pasaje estuviese baratísimo y las unidades súper cuidadas.

Me irrita escuchar niños llorar: en plazas, avenidas, centros comerciales, el Metro, etc., etc., y cada vez que me pasa pienso que sería mejor no tener hijos o invertir quejode tiempo los primeros meses/años de su vida para educarlos bien y que no hagan berrinches a mitad de la calle, o trabajar quejode para comprarles un carrito donde pueda encerrarlos y que solo ellos escuchen sus gritos o contratar una "nana" que se los cale o meterlos en un internado... no sé, mi imaginación vuela.

Quisiera deportar a todos los extranjeros que viven en Venezuela y se quejan de toda verga, mialma ¿¡POR QUÉ COÑO DE MADRE NO TE VAS A QUEJAR A TU PAÍS!? También quisiera internar en un ancianato a los viejitos que se aprovechan de sus arrugas para abusar a diestra y siniestra en cualquier lugar o momento, esos que se dan cuenta que no hay puestos disponibles pero igual se suben al autobús y pretenden que uno les de el puesto, etc., etc., no soporto esas situaciones.

Me gustaría tener los ovarios para cerrar mi cuenta de Instagram, aunque ya los he tenido para dar unfollow a los que suben fotos de comidas y actividades fitness a diario, fotos de toda su familia, de todos sus amigos, de todas las fotos de la rumba, de las novecientas cincuenta mil fotos del viaje que hicieron, de su outfit del día, porque ahora todos son nutricionistas, modistas, súper sanos, deportistas, los más viajeros... me ladillé. Así como "cada quien hace con su culo un florero y le mete las flores que quiere" yo decidí vivir amargada por otras cosas.

Sentiría orgasmos torturando obreros, vigilantes, motorizados y afines babosos, Diosmíoquerido, la gente no puede ser tan de.lo.úitimo en este mundo... bueno, sí, sí pueden, lo he comprobado con mis propios oídos. Además, esos (y esas) que te miamorean o te dicen "mi reina", "mami", "chica"... ¿¡ACASO NO LES DAN CURSOS DE ATENCIÓN AL CLIENTE!? Revísense, empresas contratistas o responsables de contratar personal, REVÍSENSE.

Ah, claro, cómo no decirlo... ODIO A TODO EL QUE NO SEPA ESCRIBIR. ¿¡LES CUESTA MUCHO APRENDERSE UNAS SIMPLES REGLAS DE GRAMÁTICA Y ORTOGRAFÍA!?

Mi intolerancia se ha incrementado tanto que a veces no me soporto ni a mi misma... pero eso no es nuevo, jamás me he soportado, pero no me queda más remedio que vivir conmigo. Ahora, que otra persona me soporte (sobre todo en días como hoy) es motivo suficiente para quererlo, felicitarlo y pedirle la receta, porque, en realidad, es difícil.

¿¡QUE NO TE GUSTÓ CÓMO TERMINA EL POST!? ÁBRETE UN BLOG, SAPO.

junio 03, 2013

Ni lo digo ni lo hago

No sé cuántas veces he escrito que estoy cansada de lo mismo sin hacer algo diferente para cambiarlo.

Sabes que no vives tu presente cuando te enteras 8 años después que le gustabas al que te gustaba en ese momento... ¡por boca de tu mamá! Si hasta ella lo sabía, algo estaba haciendo mal... y sé que no era solo "algo" sino "mucho". Hoy entiendo muchas cosas que pasaban hace 8 años. Idiota. Y también idiota él.

Ahora no es tan diferente. Sé que le gusto al que me gusta pero otro me gusta más, ese círculo vicioso del que no sé cómo escapar. Excusas van y vienen, son más los días que sonrío que los que no, pero no está bien si no es lo que realmente quiero. No está bien si alguien está siendo lastimado. No está bien.

Todas las noches pienso en los dos. Pienso en lo que tengo que hacer con cada uno y que no hago por no salir de mi zona de confort, como muchas otras cosas. Pienso que tengo que mandar todo a la mierda y comenzar de cero. Repito como un mantra que no, que no está bien, que no, que no me quiere, que sí, que es la mejor decisión... y todas las mañanas caigo en el mismo error. Y no hago nada.

A veces simplemente quisiera irme.
No sé a dónde ni para qué.
Solo quiero irme.
Pero esa
es la salida más fácil
la que nunca nos dejan escoger.

mayo 27, 2013

Ellos...

Ellos se encontraban en el mismo banco del mismo parque, a la misma hora del mismo día cada semana de cada mes de cada año. Él la veía sin saber que la amaba como mujer y no como hermana y ella lo veía como si supiera que algún día estarían juntos por mucho tiempo. No creían en para siempres pero irónicamente juraron ser amigos hasta ese momento. Cualquiera creería que vivían sus vidas para tener algo de qué hablar con el otro y cualquiera creería que tendrían una vida, una casa, unos hijos y una familia juntos, incluso ambos: ella tenía la certeza, él lo pensaba de vez en cuando, como una idea loca, como una propuesta de película, "prométeme que si llegamos solteros a los 40 nos casaremos", y reía solo y le gustaba hacerla reír y reían juntos, lloraban juntos, pensaban y callaban juntos en ese banco cada día de cada semana de cada mes de cada año.

Ellos no vivirían ni tendrían una familia juntos. No era su destino. Ella se casaría con un arquitecto un par de años mayor, que la haría muy feliz y le daría muchos hijos varones. Sería la única mujer de su familia, como siempre lo había soñado. Él sería padrino de la boda y de sus hijos. Él se casaría con una hermosa extranjera de la que se enamoraría años después de sus encuentros en el parque, cuando decidió recorrer esos mundos que tanto le apasionaban de joven. Tendría muchos hijos e hijas, ella sería la tía-madrina de todos, sería muy buena amiga de su mujer y él de su marido. 

Ellos seguirían amándose toda la vida, se encontrarían cada navidad, cada fecha especial, se escribirían y llamarían cada semana de cada mes de cada año, estarían juntos en cada cumpleaños de sus hijos, en cada celebración académica, compromisos, matrimonios, nacimiento de nietos, estarían juntos en cada desgracia, cada pérdida, cada fracaso... serían separados lo que no quisieron o no pudieron ser juntos y aún así serían felices, uno con el otro, desde sus vidas no tan separadas.

Ellos eventualmente morirían, como mueren todos los mortales, a la misma hora del mismo día de la misma semana del mismo mes del mismo año, porque era imposible imaginarse uno sin el otro, porque no tenía sentido estar en este mundo sin tu mejor amigo, sin tu mejor amiga, sin tu compañero o compañera de vida, porque ese era su destino: se irían juntos. 

abril 21, 2013

Merienda de locos


Agradezco cada día de mi vida el hecho de tener la mejor familia que se puede escoger: mis amigos, con sus altos y bajos, sus triunfos y fracasos, sus aciertos y desaciertos, sus virtudes y defectos, sus vidas en general. Le doy gracias a Dios por eso, porque creo en Él y sé que los puso en mi camino porque sin ellos no hubiese podido ser lo que soy, hacer lo que hago, pensar como pienso, vivir como vivo, sentir como siento lo que siento.

Los amigos son grandes tesoros y, más allá de querer venderlos porque soy consumista y capitalista, los tengo en una caja fuerte hecha de celos y que abro a los demás si les tengo confianza, si demuestran cariño y jurándoles un par de coñazos si les hacen daño o los alejan de mi. Mis amigos, aunque no lo digo nunca, son lo mejor que tengo, lo único que tengo en este momento, porque mi familia sanguínea siempre la he tenido y siempre la tendré; mis amigos están aquí por decisión propia y porque yo los dejo estar. 

La amistad es como la mesa de té de Alicia en el país de las maravillas: una merienda de locos donde nos invitan a sentarnos y escogemos hacerlo o no; donde cabemos y donde disfrutamos todos, donde reímos, donde lloramos, donde celebramos todos. Mi mesa del té tiene a los mejores invitados que la vida pudo dejarme sentar allí, aunque algunos de ellos no concuerden con otros, todos están en esta mesa por y para mi y no hay palabras ni acciones ni regalos que puedan describir o demostrar el agradecimiento.

Hay días -como hoy- en los que recuerdo que tengo mi merienda de locos y me refugio en ellos, echo mi cuento y, aunque muchos "estén en otra onda" me escuchan y si es de llorar, lloramos sobre las tazas y luego nos tomamos las lágrimas 'cagados' de la risa; si es de reír, reímos hasta babearnos y bueno, no nos tomamos eso, la locura a veces tiene límites.

Amigos locos, cuerdos, serios, payasos, divertidos, amargados, difíciles, fáciles, enamorados, empepados, embobados, leales y fieles todos, mi merienda de locos personal: por aguantarse mis "días como hoy" gracias totales. 

PD: Reclame su cotillón al final de la jornada.
[Ciertas condiciones aplican]

PD2: Agradecimiento especial para Andrés en la merienda de hoy.

abril 20, 2013

Esta noche

Lo que más agradezco
es que hayas venido
a dormir conmigo.

Te agradezco porque hoy
como otras noches
me ha invadido la nostalgia.

Nostalgia que es tristeza
tristeza que es soledad
soledad que parece irremediable.

Pero esta noche
estás tú y tu abrazo
estás tú y tu sonrisa
para arroparme del frío
para iluminar el camino.

Esta noche
debo aprovechar tu presencia
necesito aprovechar que te tengo

porque mañana
y quizás pasado
ya no estarás.

Escrito el 25 de Marzo.

abril 05, 2013

Intensidades

Si pierdes, que sea la cordura.
Si descubres, que sea en mi cuerpo.
Si lloras, que sea de felicidad.
Si regresas, que sea a los momentos felices.
Si huyes, que sea de tus propios miedos
Si te detienes, que sea en mi cuello… o en mi ombligo…
Si te desvistes, que sea en privado... para mi.
Si te mueres, que sea de amor.
Si te pierdes, que sea en mi cintura, para que siempre pueda guiarte.
Si duermes, que sea para soñar conmigo.
Que si sonríes, se refleje en mis ojos... 
...y que si brillan, sea por ti.
Que si saltas, caigas a mis pies...
Si respiras, que sea para sentir mi olor.
Si hablas, que sea para decirme lo que sientes.
Si tiemblas, que sea por el frío que dejó mi ausencia.
Si tu cuerpo suda, que sea por el calor de mi compañía.
Si te late fuerte el corazón, que sea de la excitación que sientes al tenerme.
Si mueves un pie, que sea para acercarte más a mi.
...y que si levantas un dedo, que sea para posarlo sobre mis labios y callarme...
 
...justo antes de besarlos.
[Tweets de 2010]

marzo 28, 2013

Debí ser

Debí ser el tipo de adolescente que no entendía.

Debí ser de esas que escuchaban rock y se vestían / maquillaban de negro -cuando podían-, de esas que pensaba que vivían en otro mundo pero en realidad vivían en el mundo que vivía la mayoría... yo era la que estaba en otro mundo. Hubiese sido más rebelde y quizás un poco más problemática, pero tendría otra visión del mundo, otros recuerdos, otras experiencias... no mejores ni peores, simplemente diferentes. 

Pude ser de esas que coqueteaban con medio colegio, que salían con uno y otro, que iban a todas las fiestas -o hacían todas las fiestas en sus casas- y que en cada recreo tenía la lengua de un tipo en la boca... era un mundo más real, ahora que lo pienso, un mundo donde el amor era superficial, donde la decepción era "qué bolas que fulano no me metió mano". [Es bueno -divertido- ser radical y exagerada en estos casos].

La verdad pude ser muchas cosas, pero no fui ninguna.

No fui ninguna porque vivía la vida de alguien más, porque me preocupé más en amar que en ser yo. [Quizás eso definió mi personalidad, a pesar de todo lo que pasó después]. Me preocupé más por él que por mi misma y no sé si estuvo bien o mal pero eso fue lo que pasó. Aún no lo supero, como podrán ver, por eso escribo... ese es uno de los mayores tesoros que me dejó... el hábito de escribir. Escribir porque estaba segura que nadie entendía lo que estaba viviendo y mucho menos entendían lo que sentía y me refugiaba en mis "diarios". 

Pero ya es hora de dejarlo atrás.

No quiero psicólogos, no quiero "expertos" ni pastillitas. Quiero escribirte, describirte y dejarte plasmado en un papel, en este blog o en algún otro lado y dejar de lamentarme por lo que pudo ser... porque cumplí mi parte, hice todo lo que pude hacer, todo lo que me dejaste hacer, te amé más de lo que hubiera querido y no me arrepiento porque aprendí muchas cosas, pero ya es tiempo de cerrar el libro, porque pasar la página no es suficiente.

No espero olvidarte, no espero dejar de pensarte de vez en cuando, no espero odiarte porque no tengo motivos para ello, simplemente espero que dejes de dolerme como me dueles a veces... quiero, más bien necesito que te quedes aquí, como un buen libro con final amargo que sabes que leíste pero que no volverías a abrir... como ese viejo café al que solías ir a ser feliz al que no vuelves porque sabes que los buenos momentos no estarán allí... como dicen, "no vuelves a los lugares donde fuiste feliz".

Solo espero que esta sea la última vez que te escribo, porque siete años ya fueron suficientes, porque es hora de dejar de buscarte en todos, porque es hora de evitar encontrarte en cada momento que vivo, es hora de dejar de imaginarte en mi presente, es hora olvidar la vida que no viví contigo... esa que viví solo en mi mente.

Gracias,
nunca sabrás cuánto agradezco todo lo que aprendí por ti, 
pero es hora de decirte adiós.

PD: Este cumpleaños no me recuerdes, no me escribas, no me hagas más daño. 
[Qué absurdo escribirlo, pero nunca está de más "por si me lees"].

marzo 25, 2013

Soñar

Soñar es un acto de valentía
porque mis sueños no se cumplen
porque nunca estás aquí
porque tengo la osadía
de soñarte solo a ti.

Soñar es un acto de fe
porque contengo mis instintos
y me apego al deber ser
porque amarte es una religión
que pocas veces puedo ejercer.

Soñar es un acto de magia
porque al soñarte te tengo
y al despertarme no estás
porque cuando sueño que no te tengo
al despertarme es la realidad.

Soñar es un acto de cobardía
porque simplemente no me atrevo
a estar contigo noche y día
porque es más fácil soñarte
que voltear y hablarte...
de nuevo.

marzo 14, 2013

Adiós GoogleR

Definitivamente, el cierre de Google Reader el próximo 1ro de Julio me ha caído como un balde de agua fría en el páramo. ¿En serio? ¿POR QUÉ?

No entiendo por qué nos harán esa maldad, [mentira, sí lo entiendo, lo leí], pero si alguien conoce alguna herramienta igual -o al menos muy parecida- a esta, por favor háganmelo saber para migrar de una vez. Qué triste que se cierren estos espacios mientras se abren cientos de otros menos productivos, por no decir NADA productivos.

Ahora, me niego a usar Google+ para sustituir a GoogleR, primero porque no sé de qué manera pretenden que lo sustituya y segundo, porque Google+ es una RED SOCIAL y en base a ello supongo que, lo que sea que leas o a cual sea el sitio que te suscribas, tendrás que compartirlo con tus "círculos"... y eso no me convence.

En fin, a los usuarios de GoogleR que hayan encontrado algún otro "lugar" parecido, se les agradecen de antemano las sugerencias.

PD: Esto no es una despedida, es un "me sabes a mierda Google, no usaré tu red social".

febrero 21, 2013

Gracias

Mis despedidas han sido más que mis bienvenidas. Supongo que tengo un problema. También puede ser que los demás tienen un problema conmigo, pero no me gusta echarle la culpa a otros, al menos no en cuestiones de sentimientos, quizás por eso las despedidas son mayoría. Digo adiós y vuelvo a caer... y vuelvo a decir adiós. Masoquismo le llaman a eso. Así como la gente que no se resigna a perder... pero la realidad es que yo nunca he perdido porque nunca he tenido. 

Me enamoré de alguien que no existió nunca. Un invento de alguien más a quien le pareció divertido hacerse pasar por "el hombre perfecto"... y qué loca, ¿cómo voy a ser tan inocente? ¿Cómo pude caer así? ¿Cómo pude ser tan ciega durante más de cuatro años? Eso es lo de menos. Es la primera y espero que sea la última vez que lo escribo.

¿Que por qué lo digo ahora? Porque se lo conté a una persona con quien no quiero tener secretos. Ese era mi secreto y hoy, después de todo, decidí que no quiero que se sienta especial por saberlo. Esa persona ha querido despedirse de mi desde hace días y trató de hacerlo de manera sutil y no lo dejé... por necia, por Abbie. Esa persona hoy se levantó con el pie izquierdo y yo pagué los platos rotos y no fue nada agradable.

Como siempre he escrito, en esta vida hay que agradecerlo todo. Ese alguien que se hizo pasar por otro alguien me enseñó a querer y a quererme, aunque irónicamente él [o ella] no se quería a sí mismo. Lo he agradecido cada día de mi vida, aunque no siempre he puesto en práctica lo que me enseñó.

Doy las gracias porque fue lo que aprendí a hacer después de mi primera decepción: no puedo dañar a nadie porque sé cómo que se siente que te dañen, que te humillen, que te engañen, que se burlen de ti... por eso simplemente digo lo que siento y me alejo, me aparto y fin de la historia. Es lo que he hecho desde que tengo uso de razón.

A ti te doy las gracias por los libros. También por hacer que Abbie sonriera una vez más, por lograr que Karla la dejara vivirte. Te agradezco los momentos vividos que se convierten en recuerdos invaluables porque es lo único que nos quedará al final. Te doy las gracias por todas las veces que me aguantaste, porque soy igual de insoportable que tú. Gracias por las veces que me hiciste creer que podía pasar algo más; como dicen, la esperanza es lo último que se pierde... yo la perdí hoy.

Gracias por la confianza, por las sonrisas que fueron más que las lágrimas, por el cariño, por la amistad... gracias por los te quiero. Gracias por ser el espejismo de aquel que tanto amé: definitivamente él no eres tú y tú nunca serás como él; quizás mi error fue empeñarme en verlo en ti, pero ya no importa. Gracias por haber sido parte de mi vida... no sé si lo seguirás siendo pero hoy quiero agradecértelo.

Gracias por todo y aquí, por favor, incluye lo que se me está olvidando.

febrero 20, 2013

Yo soy yo

O quizás no.

Yo creo ser yo, pero no siempre lo que yo creo es lo que es. El deber ser es que yo sea yo, pero como también soy Abbie, entonces no soy del todo yo. Yo digo ser yo, pero a veces no creo serlo, cuando vivo cosas que nunca he vivido me siento otra, una nueva yo, porque estoy a la expectativa de lo que sucederá. Me creo otra contigo. Me gusta eso.* Otras veces me creo demasiado yo, cuando vivo lo de siempre, cuando las experiencias se repiten como un deja vú soy muy yo. No es tan interesante porque sé cómo sigue, cómo termina. No es ni bueno ni malo, simplemente es mi zona de confort, de la que debo salir obligatoriamente. Mi mejor amigo me empuja a ello; mi subconsciente se niega a experimentar cosas nuevas.

Yo siento ser yo, pero no siempre siento lo correcto. Sentir lo "correcto" es subjetivo. Demasiado subjetivo, tanto que ni siquiera debí decirlo. Más bien cabría decir "no siempre siento lo que los demás se merecen que sienta". Ese es otro tema. Yo siento ser yo, pero no siempre siento lo que quiero. A veces no me siento yo. A veces me siento una mejor. Casi siempre me siento una mejor. Soy feliz cuando me siento una mejor. A veces también soy feliz contigo. Me gusta eso.* Otras veces me siento una peor yo, esas son las veces no felices pero divertidas. La diversión es un espejismo de la felicidad. También sirve aunque no todo el tiempo. La diversión cansa, para la felicidad siempre tenemos energía. También hay veces que me siento yo. Son pocas veces pero las mejores. Cuando me siento yo, soy una mejor yo y eso es mejor que sentirse una mejor yo cuando no me siento yo.

Yo soy yo. Me gusta ser yo. Si no fuese así, ¿qué sería de mi?
PD: Aún no defino quién soy. Sé quién no soy.  Sé qué no soy. Por ahora, eso me basta.

*Cifrado.

enero 24, 2013

Cómo joder en el cine parte I


Creo que, definitivamente, tengo un problema.

Más que un problema, un imán para las situaciones incómodas y la gente estúpida en lugares públicos... y privados, pero eso no es tan grave. Lo siento, aludidos, pero no puedo creer lo imbéciles que pueden llegar a ser algunos. No puedo creer que Einstein tenía tanta razón al decir que la estupidez humana es infinita.


Ayer fui al cine. Lamento haber frustrado los planes sexuales de la pareja que estaba sentada en la última fila, lo lamento desde el fondo de mi corazón, porque desde el momento que nos sentamos en esa fila -no habían otros puestos decentes y no pensaba arriesgar mi visión sentándome en la fila 1- los susodichos hicieron hasta lo imposible por hacer miserable las dos horas de la película.


Gracias a la vida -y gracias a Ben Affleck- la película era muy buena.


Desde revisar el celular, cuya luz iluminó el punto "ciego" de mi ojo derecho porque, obviamente, estaban al fondo de la fila, hasta buscar cómo meterse mano sin que el resto del mundo se diera cuenta, iluminando algo [imagino que el cierre del pantalón o qué.sé.yo] y hablar de su vida, como si no hablaran todos los benditos días, como si 22 horas al día no fuesen suficientes, la gente no puede callarse 2 horas en la vida. No puede.

No es que yo estuviera pendiente de lo que hacían, pero lamentablemente la fila era de 7 puestos... y dos de por medio no fueron suficientes. Me pregunto, ¿era muy difícil pagar un hotel? Entonces pienso que quizás era una fantasía que querían cumplir: tener sexo o -románticamente hablando- hacer el amor en un cine... entonces, me pregunto, ¿era muy difícil comprar una entrada para una película que tuviera más de 6 semanas en cartelera? ¿Era muy difícil comprar una entrada para una película malísima? ¿ERA MUY DIFICIL? 

Sí, es muy difícil, la gente es estúpida hasta para pensar en esos factores, para planear... o es parte de la adrenalina, no lo sé, no soy gurú del sexo en lugares públicos, solo digo que ese tipo de gente no debería tener permiso para nacer... la falta de sentido común es más común de lo que quisiera.

Y hablando de cine, no se tomen fotos en la sala* ¡se los ruego!

*Este es un tema de otro post.

PD: En internet debe existir un manual para tener sexo en el cine, señores sin sentido común, un poquito de por favor.

enero 23, 2013

Cuando no sé qué pensar

...o más bien cuando no sé si lo que pienso está bien o está mal, pero es mi opinión y las opiniones no son ni buenas ni malas, solo son aceptadas o rechazadas.

Ayer fui, como todos los martes y jueves, a mi clase de bailoterapia "gratis" en Parque del Este; las clases empiezan a las 7 porque a las 6 dan king boxing [o algo así, igual no me gusta], pero yo llego antes para "calentar" el cuerpo... quizás por eso me pasan las cosas. Cuando termina la clase, dan un espacio de 10 a 15 minutos de descanso.

En el tiempo de descanso, un señor (no sé si es instructor o es el que pone la música o el líder de los líderes, no lo sé y no me interesa mucho después de ayer) agarró el micrófono y pidió que levantáramos la mano quienes compramos el periódico al menos una vez al año. Yo levanté la mano igual que muchas otras personas; el señor dijo que la reflexión a esto la daría el domingo. Pensé "olvídalo, no vendré el domingo solo para saber".

Pero luego preguntó si queríamos que dijera la reflexión en ese momento; dijo más o menos lo siguiente: "la vida en general tiene dos espacios: el positivo y el negativo, ¿cuál predomina? El que más alimentemos nosotros mismos. Todos venimos a este lugar martes, jueves y domingos para liberarnos de la vida en la calle, de los problemas familiares, del estrés del trabajo... venimos a alimentar el lado positivo de la vida, ¿verdad? ¿Qué tiene que ver esto con mi pregunta? Que no entiendo por qué ustedes, los que compran el periódico, alimentan el lado negativo de sus vidas, hacen millonarios a los dueños de medios que les lavan el cerebro, compran periódicos amarillistas que les causa estrés a cinco bolívares fuertes y son incapaces de dar aunque sea dos bolívares en estas clases que los benefician tanto..." y por ahí siguió.

Tiene la razón... a medias. Es válido su planteamiento, lo que no comparto es la forma como lo planteó, el recurso que utilizó para comparar una cosa y otra... hay millones de aspectos negativos en la vida como para usar un medio de información para ello. No voy a decir que pudo usar esto o aquello, pero pudo hacerlo. No estoy de acuerdo en que "los cinco bolívares con los que piensas comprar el periódico puedes dárnoslo a nosotros", porque ese es el resumen que me quedó de todo lo que dijo.

Me sonó a mala política... y me decepcioné un poco, sobre todo porque algunos hasta aplaudieron su planteamiento, y no los culpo porque el hombre tiene razón, pero no me gustó la manera como lo dijo y quería desahogarme un poco. 

Falta de conciencia. Ese es el problema de este país. Falta de ciudadanía. Falta de solidaridad. Falta de ganas de trabajar por este país que se contagian más rápido que una gripe. Falta de cultura. Falta de nosotros mismos que nos cansamos de luchar solos y nos unimos a esos otros que no les importa nada... si a ellos no les importa, ¿por qué yo tengo que seguir luchando? Es triste, pero es la realidad.

Y no sé si hubiese sido mejor que lo dijera el domingo y así no hubiese escrito esto...

...al menos no sentiría tanta decepción.

PD: No sé si "decepción" sea la definición correcta a lo que siento... simplemente estoy harta.

Me siguen los buenos