enero 24, 2013

Cómo joder en el cine parte I


Creo que, definitivamente, tengo un problema.

Más que un problema, un imán para las situaciones incómodas y la gente estúpida en lugares públicos... y privados, pero eso no es tan grave. Lo siento, aludidos, pero no puedo creer lo imbéciles que pueden llegar a ser algunos. No puedo creer que Einstein tenía tanta razón al decir que la estupidez humana es infinita.


Ayer fui al cine. Lamento haber frustrado los planes sexuales de la pareja que estaba sentada en la última fila, lo lamento desde el fondo de mi corazón, porque desde el momento que nos sentamos en esa fila -no habían otros puestos decentes y no pensaba arriesgar mi visión sentándome en la fila 1- los susodichos hicieron hasta lo imposible por hacer miserable las dos horas de la película.


Gracias a la vida -y gracias a Ben Affleck- la película era muy buena.


Desde revisar el celular, cuya luz iluminó el punto "ciego" de mi ojo derecho porque, obviamente, estaban al fondo de la fila, hasta buscar cómo meterse mano sin que el resto del mundo se diera cuenta, iluminando algo [imagino que el cierre del pantalón o qué.sé.yo] y hablar de su vida, como si no hablaran todos los benditos días, como si 22 horas al día no fuesen suficientes, la gente no puede callarse 2 horas en la vida. No puede.

No es que yo estuviera pendiente de lo que hacían, pero lamentablemente la fila era de 7 puestos... y dos de por medio no fueron suficientes. Me pregunto, ¿era muy difícil pagar un hotel? Entonces pienso que quizás era una fantasía que querían cumplir: tener sexo o -románticamente hablando- hacer el amor en un cine... entonces, me pregunto, ¿era muy difícil comprar una entrada para una película que tuviera más de 6 semanas en cartelera? ¿Era muy difícil comprar una entrada para una película malísima? ¿ERA MUY DIFICIL? 

Sí, es muy difícil, la gente es estúpida hasta para pensar en esos factores, para planear... o es parte de la adrenalina, no lo sé, no soy gurú del sexo en lugares públicos, solo digo que ese tipo de gente no debería tener permiso para nacer... la falta de sentido común es más común de lo que quisiera.

Y hablando de cine, no se tomen fotos en la sala* ¡se los ruego!

*Este es un tema de otro post.

PD: En internet debe existir un manual para tener sexo en el cine, señores sin sentido común, un poquito de por favor.

enero 23, 2013

Cuando no sé qué pensar

...o más bien cuando no sé si lo que pienso está bien o está mal, pero es mi opinión y las opiniones no son ni buenas ni malas, solo son aceptadas o rechazadas.

Ayer fui, como todos los martes y jueves, a mi clase de bailoterapia "gratis" en Parque del Este; las clases empiezan a las 7 porque a las 6 dan king boxing [o algo así, igual no me gusta], pero yo llego antes para "calentar" el cuerpo... quizás por eso me pasan las cosas. Cuando termina la clase, dan un espacio de 10 a 15 minutos de descanso.

En el tiempo de descanso, un señor (no sé si es instructor o es el que pone la música o el líder de los líderes, no lo sé y no me interesa mucho después de ayer) agarró el micrófono y pidió que levantáramos la mano quienes compramos el periódico al menos una vez al año. Yo levanté la mano igual que muchas otras personas; el señor dijo que la reflexión a esto la daría el domingo. Pensé "olvídalo, no vendré el domingo solo para saber".

Pero luego preguntó si queríamos que dijera la reflexión en ese momento; dijo más o menos lo siguiente: "la vida en general tiene dos espacios: el positivo y el negativo, ¿cuál predomina? El que más alimentemos nosotros mismos. Todos venimos a este lugar martes, jueves y domingos para liberarnos de la vida en la calle, de los problemas familiares, del estrés del trabajo... venimos a alimentar el lado positivo de la vida, ¿verdad? ¿Qué tiene que ver esto con mi pregunta? Que no entiendo por qué ustedes, los que compran el periódico, alimentan el lado negativo de sus vidas, hacen millonarios a los dueños de medios que les lavan el cerebro, compran periódicos amarillistas que les causa estrés a cinco bolívares fuertes y son incapaces de dar aunque sea dos bolívares en estas clases que los benefician tanto..." y por ahí siguió.

Tiene la razón... a medias. Es válido su planteamiento, lo que no comparto es la forma como lo planteó, el recurso que utilizó para comparar una cosa y otra... hay millones de aspectos negativos en la vida como para usar un medio de información para ello. No voy a decir que pudo usar esto o aquello, pero pudo hacerlo. No estoy de acuerdo en que "los cinco bolívares con los que piensas comprar el periódico puedes dárnoslo a nosotros", porque ese es el resumen que me quedó de todo lo que dijo.

Me sonó a mala política... y me decepcioné un poco, sobre todo porque algunos hasta aplaudieron su planteamiento, y no los culpo porque el hombre tiene razón, pero no me gustó la manera como lo dijo y quería desahogarme un poco. 

Falta de conciencia. Ese es el problema de este país. Falta de ciudadanía. Falta de solidaridad. Falta de ganas de trabajar por este país que se contagian más rápido que una gripe. Falta de cultura. Falta de nosotros mismos que nos cansamos de luchar solos y nos unimos a esos otros que no les importa nada... si a ellos no les importa, ¿por qué yo tengo que seguir luchando? Es triste, pero es la realidad.

Y no sé si hubiese sido mejor que lo dijera el domingo y así no hubiese escrito esto...

...al menos no sentiría tanta decepción.

PD: No sé si "decepción" sea la definición correcta a lo que siento... simplemente estoy harta.

enero 16, 2013

"Recuerdos" Capítulo 1

Debido a que todo lo que escribí en Diciembre está en mi celular y todo tiene que ver con mis primeros y últimos recuerdos de las cosas y de las personas, decidí crear una serie de post en relación a ello; además, así practico mi escritura y otras cosas que me da un poco de flojera explicar [y aquí ya estoy pecando].

De mis recuerdos:
Papajota
17 de Diciembre de 2012 a las 23:25


Era una niña... 4 o 5 años, no lo recuerdo con exactitud. Vestía camiseta y shorts, como de pijama, medias cortas y zapatos negros con broche. Venía de la bodega que siempre ha existido en mi calle, desde que tengo uso de razón; últimamente me pregunto desde cuándo una persona comienza a guardar recuerdos, porque este que escribo es un recuerdo muy lejano, quizás mi primer recuerdo... venía de la bodega con mi abuelo: un hombre negro, corpulento, un poco barrigón, con franelilla blanca de algodón -de esas que usan los hombres bajo las camisas-, con un pantalón de lino marrón oscuro y unas sandalias cruzadas, sin broches ni sujeta dedos: los pocos recuerdos que tengo de mi abuelo siempre los asocio a esas sandalias. Iba de su mano y recuerdo con claridad que sentía sus arrugas, su calidez y su firmeza que para mi se tradujo en cariño y seguridad... y hoy sigo pensando lo mismo.

Recuerdo que caminamos unos 100 pasos por la acera contraria a la de la bodega, al lado de una pared de cerámica roja, yo volteé y él me sonrió, sus dientes eran muy blancos a pesar de que, por lo que sé, no iba al odontólogo, ni a ningún otro médico, la gente "de antes" suele ser así, curarse por sí mismos y no confiar en ningún "batablanca"... su mirada era tierna, sus ojos café y sus arrugas "pata de gallo" se unían a sus arrugas de los pómulos al sonreír... era mi Papajota.

No recuerdo a un papajota más vivo que ese, pues mi último recuerdo de él es triste: postrado en una cama de hospital -o clínica, la verdad da igual-, con los ojos cerrados y bendiciendo a una Benita -así me decía- que se despedía porque ya era tarde y debía ir al colegio al día siguiente. Lo recuerdo sin expresión, como meditando, como si no quisiera ver a nadie; con sus manos en el pecho aguantando la sábana como si creyera que alguien vendría a desarroparlo; en una habitación de paredes blancas, pálida, sin alegría, fría por el aire acondicionado y llena de gente porque él nunca estuvo solo... yo me despedí y lo besé y no tengo muy claro si abrió los ojos para verme, pero fue la última vez que lo vi con vida... si a eso puede llamársele vida.

No sé por qué tengo esos recuerdos tan vivos, como si todo hubiese pasado ayer, pero tenía que escribirlo por si acaso alguna vez lo olvido: no quiero olvidar a la gente que quiero y creo, no, estoy segura que no va a ser el último recuerdo que escriba para prevenir a mi memoria que, aunque es joven, ya empieza a fallar.

PD: Todo lo escrito en cursiva fueron correcciones de hoy.

Pánico

[Este escrito es original del 22.12.12 a la 1.29a.m., de esos días que escribo en el teléfono porque no me provoca prender la dinosauria. Esa noche no dormí, ya verán por qué.]

Tengo horas leyendo “La historia del loco” de John Katzenbach. Para quienes no sepan, es la historia de un asesinato en un hospital psiquiátrico contada por un paciente particular, o eso es lo que sé hasta donde he leído.

Desde hace un tiempo vengo pensando que me estoy volviendo loca por situaciones que no viene al caso mencionar, pero que me hacen dudar un poco de mi estabilidad mental; dicen que no puedes estar loco si estás consciente de tu locura, o algo así, ¿no?

Diciembre es un mes para recordar... lo he venido cumpliendo a cabalidad, tratando de recordar cosas que antes ni se me pasaban por la mente, escribiendo recuerdos para que no se me olviden, eventos particulares de mi vida y así... imagino que se preguntan qué tiene que ver el libro, la locura y los recuerdos, ¿verdad? Pues yo también.

Quizás el libro contribuyó a que aumenten los recuerdos porque Francis -el protagonista del libro- está desarrollando su historia a partir de sus recuerdos... quizás he visto un poco de mí en él, quizás me da miedo convertirme en paciente de hospital psiquiátrico, no lo sé.

Soy extremadamente miedosa, quizás no lo demuestro o tal vez creo que no lo demuestro, pero lo soy. Y justo hoy, hace minutos, sentí un miedo irracional a nada en específico... no sé por qué pero me quedé paralizada en mi cama, con el libro abierto en la página 352 y los lentes puestos...

Sentí cómo un escalofrío recorría mi cuerpo desde la punta de los dedos de los pies hasta mis ojos, no sin antes acelerar mi corazón a un ritmo desconcertante, palpitaba rápidamente como si supiera -o tuviera la certeza de- que había algo amenazante y peligroso. No pude pensar más que en el miedo que estaba sintiendo, en la respiración corta pero constante, mucho más constante de lo habitual... y mis ojos recorriendo mi habitación con una preocupante minuciosidad.

Volví a "la realidad" leyendo tuits y abriendo Facebook... mis acompañantes en las noches donde todos duermen y yo decido leer... quizás es el libro que me tiene paranoica, quizás sí me estoy volviendo loca y uno sí puede estar loco y consciente de su locura al mismo tiempo o quizás los recuerdos de mi vida me dan miedo, pero esto tengo que analizarlo más a fondo.

Después de todo, los recuerdos, los libros, volverse loco y ser presa del pánico me han hecho mejor escritora de lo que nunca antes he sido cualquier otra cosa. Eso al menos se los agradezco.

[Terminado a la 1.43am ...y seguí leyendo el libro hasta terminarlo ...a las 6:05am]

enero 09, 2013

¿Culpabilidad por qué?

Quisiera saber qué tipo de ingredientes tiene mi perfume -mis perfumes, son varios los que uso- o si es por causa de mis perfumes el hecho de que algunos fulanos estén pendientes de mi. OJO, con esto no quiero  presumir ni dar a entender que soy quien no soy (una mujer con cuerpo de top model o algo similar), lo que tampoco implica que no me valoro ni estoy segura de mis (¿encantos?) cualidades, virtudes o como lo quieran llamar.

La verdad del caso es que, últimamente, varios personajes han insistido mantenerse presentes en el perímetro 2.0 donde me desenvuelvo... algunos hasta han intentado hacerlo en vivo y directo, ¿qué está pasando? Cualquiera diría que tengo una relación perfecta, porque ese tipo de cosas pasan cuando eres plenamente feliz en una relación, cuando estás tan estable que podrías ser la base de cualquier edificación... y bueno, evidentemente no es mi caso.

Además, tengo un imán para los acosadores (no stalkers como se llaman popularmente en Twitter, porque esos al menos son divertidos), algunos de los fulanos me dan un poco de miedito y por eso los ignoro... y lo digo aquí para que lo sepan, por si me leen y no se han dado cuenta de lo que hago y de lo que hacen.

La culpabilidad viene, en todo esto, cuando trato de decidir si bloquearlos o no, si ser [más] sincera con ellos o no al punto de ser cruel, porque lamentablemente la crueldad es la que nos abre los ojos ante lo que suponemos que hacemos bien creyendo que no dañamos ni incomodamos a nadie. La culpabilidad se materializa cuando me envían regalos y no sé si está bien recibirlos y "fingir demencia" porque sé que estoy alentando sus ilusiones... y  lo sé mejor que nadie porque lo he vivido.

Lamentablemente tengo suficiente experiencia, si no exceso de experiencia en cuestiones de enamoramiento individual* (léase enamorarse solo) como para auspiciar que alguien se enamore de mi sin yo sentir una pizca de amor por él... o ella, equis, esa es otra historia. Me parece que no está bien dejar volar la imaginación de los fulanos que creen que algún día podrán conquistarme... o llevarme a la cama, lo que sea que quieran lograr, y he sido lo suficientemente sincera -creo- con todos ellos, solo que no ha funcionado como he querido, o quizás no he querido que funcione del todo, que es peor.

Ahora, ¿culpabilidad por qué? ¿Acaso los hombres de los que me he enamorado han sentido pena alguna por mi? ¿Le han puesto barreras a mi imaginación loca para que yo no me ilusionara [demasiado]? ¿Han sido sinceros diciéndome, al menos, que sólo querían alguien que les levantara el ego o el miembro viril? NO, ¿verdad? Entonces, creo que llegó el momento de ser plasta de mierda en ese sentido, porque lo he sido en muchos escenarios menos en ese, porque me parecía algo serio... hasta ayer.

No estoy tan loca como para dañar a los que no se lo merecen, con ellos he tenido que ser más sincera y me ha afectado más serlo porque sé lo que se siente, he estado en sus posiciones muchas veces; una vez más lo siento pero no sé cómo enamorarme con otro órgano que no sea el corazón, nunca he aprendido y espero nunca aprender... esa también es otra historia,

...pero estoy lo suficientemente desquiciada como para mandar a los demás a la mierda. 

*Después que lo escribí, pensé en amor individual como amor a uno mismo, pero eso es un poco más cerca del narcisismo así que lo dejé como está.
PD: Feliz año y toda esa cursilería que no tengo ánimos de escribir.

Me siguen los buenos