febrero 09, 2017

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Hoy estoy cumpliendo tres meses de laburo.
Trabajo tenía en Venezuela, aquí es "laburo".

Aprovecho la fecha para escribir divagaciones y actualizaciones sobre mi vida aquí:
Primero, sé que es más poético decir cuántos días llevo en Argentina, pero es más ladilla, así que saquen la cuenta: son 6 meses y 1 semana, o tipo las embarazadas "25 semanas".

Volví a los libros.
Tenía un montón de tiempo con un montón de libros acumulados (menos mal que la nube aguanta todo el peso); lo que hice fue organizarlos por año y por autores / nación / sagas, según corresponda, para tener un orden y saber qué cosas leer.

Otra cosa que hice fue priorizar mis lecturas: la vida es muy corta para leer vainas que "deberías haber leído". Por ejemplo, dejé "Lolita" por la mitad, porque no sé a quién se le ocurrió que ese libro tan ladilla es un clásico. Creo que eso pasará con el resto de "clásicos" que tengo pendientes, porque un amigo me enseñó que "hay que crearse una opinión propia de las cosas". Y tiene razón.

Así, leeré cosas "que quiero leer" y que estaba dejando "para después", porque realmente ¿cuándo es "después"? La vida sigue y yo estoy perdiendo el tiempo organizando mis lecturas sin leer nada, así no se puede. Además, una de mis ideas chéveres de la vida es leer "un libro en un café" (es decir, ir todos los días al mismo café y leer el mismo libro de principio a fin y cuando cambie de libro, cambiar de café). Pero eso sí es para después, cuando mi presupuesto sea más holgado; por ahora estoy leyendo en el bondi "ida y vuelta" al/del laburo. Entiéndase "bondi" como autobús.

PLUS: Empecé a leer a Andrés Neuman (¡por fin!) y llegué a la conclusión de que uno llega a los autores en el momento que hay que llegar y no cuando uno quiere. Me encanta. Sólo he leído algunos fragmentos de Barbarismos y ahora que empecé Cómo viajar sin ver, pero siento que es más poeta que escritor (los poetas son escritores, pero entiendan a lo que me refiero: mejor poeta que narrador, bueno, en fin) y ustedes saben que siento debilidad por la poesía. Por cierto, tendría que indagar más al respecto para saber distinguir entre eso y prosa, oda, bla, bla; o sea, necesito varias vidas (u organizar muy muy bien mi tiempo) para hacer todo lo que quiero.

Estoy volviendo al diario.
Hay cosas que he escrito en los borradores del correo porque no tengo dónde más escribir cuando la inspiración me despierta de madrugada y no puedo prender la luz y escribir a mano. Todavía no vivo sola, y ese todavía me pesa un poco porque cada vez se aleja un poco más la posibilidad de lograrlo, pero ese tema no lo voy a tocar aquí, suficiente con vivirlo.

"Volver al diario" es un decir, obviamente no escribo todos los días: pasa como hoy que me dio por soltar todo lo que no cuento porque siento que me presiona la vida y no sé qué hacer con tanto, así que lo escribo. Lo cierto es que debería editar las cosas que tengo en los borradores del correo y publicarlo aquí, pero no estoy tan segura de eso, son temas y peos personales que, sinceramente, ya no quiero compartir, que me basta con escribirlos y soltarlos, que no quiero que otros -que no me conocen o que creen que me conocen- lean. Supongo que también es parte de crecer.

Estoy volviendo a la fotografía.
Me uní al reto este de Roberto Mata de febrero fotográfico (o como sea) por el simple hecho de volver a publicar. No tengo intenciones de ganar, me gustaría ganar, pero sé que no pasará porque no definí una estrategia sólida. Sí tengo algunos parámetros que respeto, pero ya, así que lo asumí más como un reto propio de publicar a diario, ya que puedo y que tengo material "agarrando polvo".

Sobre mi vida.
Me ha surgido la duda de qué estoy haciendo con mi vida: así como con la escritura, no sé cuál es mi rumbo en la fotografía, capaz no tengo ninguno y también es bonito está bien que sea solo un hobbie, (estas "preocupaciones" me pasan por seguir a divos en IG y "envidiar su éxito", sigo sin aprender). Me gustan ambas cosas, puedo escribir de vez en cuando, pero no sé si algún día escriba un libro, no creo que me dedique a esto algún día. Me gusta tomar fotos, pero no sé si lo dejaría todo para montar un estudio fotográfico o un taller, equis.

"Nunca es tarde", pero realmente hay muchas cosas que no sé a las que le invento soluciones "al toque" (término argentino para decir "al momento"), porque "eso me enseñaron mis amigos sociólogos" (mi excusa para mis inventos instantáneos). Ayer le decía a mi primo "no tuviste que haber estudiado algo para hacer / trabajar en ese algo, lo importante es que te guste y seas feliz". La realidad de las cosas es que soy muy feliz haciendo lo que hago, trabajando en lo que trabajo, fotografiando, escribiendo, jodiendo al mundo, odiándolos a todos. Aunque no lo diga todo el tiempo, soy feliz. Sí, aún me faltan cosas que quisiera (tipo el amor, saluden a Abbie) pero puedo vivir tranquila como estoy (sin tantos peos "reales", saluden a Karla), y eso es lo que me hace feliz.

El otro día leía en alguna red social que "ningún adulto sabe qué está haciendo con su vida", supongo que también lo vi en algún vídeo viral de gente dando consejos (soy que si fan del vídeo de "dale un consejo a alguien menor que tú" PERO FAN, TIENEN QUE VERLO -iba a poner "aquí" con el link, pero no lo conseguí, en fin) y sinceramente, creo que es la verdad. Al menos lo tomo como verdad cada vez que hablo con mis papás y termino dándoles consejos.

Pensándolo bien, creo que no se trata de haber vivido más o menos para saber qué hacer, se trata de pensar las consecuencias, de evaluar pro y contra, de saber las posibilidades y limitaciones reales de una decisión / acción y actuar en base a eso: desde que estoy aquí le digo a todo el mundo (y lo he escrito aquí) "hay que asumir las consecuencias de las decisiones que se toman" y se supone que uno no toma decisiones a lo loco. No es que yo sea experta en la vida ni que tenga la verdad absoluta o la manera correcta de llevar la vida, pero mi premisa básica es "voy a vivir intentando joder al mínimo resto del mundo". En realidad es "vive sin joder al otro" pero es demasiado utópico.

Por eso, cuando alguien me da un consejo, más que el consejo en sí, trato de entender la intención y ahí decido si lo tomo o no. Esto lo entendí mejor aquí, con el tema de tomar decisiones reales, de ser adulta y depender de mí misma. Igualmente cuando alguien me da una opinión sobre algo, intento entender qué hay detrás, por qué me dice eso a mi y por qué dice eso y no otra cosa... me ha pasado un montón, sobre todo en los trabajos que he tenido, he ido aprendiendo de todo sobre la marcha, desde entender lo que tengo que hacer, saber lo que realmente tengo que hacer, adivinar lo que se supone que tengo que hacer (JAJA), hasta "intrascendencias" sobre cómo es la gente y cómo se supone que debo ver/vivir la vida... y en realidad no reflexiono sobre mi vida aquí hasta que lo escribo, así que será un experimento interesante.

Espero seguir escribiendo más seguido para que esto no se extienda tanto, pero ya veremos.
Gracias por llegar hasta aquí.

Me siguen los buenos