agosto 13, 2011

Son recuerdos...


Esos, que nos hacen vivir en la nostalgia, los que nos roban sonrisas de imprevisto y lágrimas no programadas. Esos recuerdos de vida que hacen que cada minuto vivido valga la pena... recuerdos que crean ilusiones y recuerdos que las destruyen, recuerdos que nos mantienen en la lucha por cumplir los sueños/metas que prometimos alguna vez a alguien especial y/o a nosotros mismos. Esos mismos recuerdos que a veces odiamos porque son hermosos y sabemos que no volverán. Recuerdos que sabemos de dónde vienen pero no sabemos a qué vinieron ni a dónde quieren llegar.

Los recuerdos son esa parte bipolar de la vida: a veces los amamos y a veces deseamos no haberlos vivido, pero a fin de cuentas, son los recuerdos quienes nos hacen estar hoy aquí, hablando de ellos y queriendo devolver el tiempo atrás y abrirle la puerta al pasado, aunque no se lo merezca... son los recuerdos los que nos mantienen con los pies en la tierra, los que hacen nuestra historia única y diferente del resto. Aunque vivamos situaciones parecidas a otras, nunca serán iguales: ni dentro de nuestra propia vida ni en la vida ajena. Como dicen: "nadie se baña dos veces en el mismo río".

Hoy hablando con una muy buena amiga, nos preguntábamos: "¿qué hacen algunas personas con los recuerdos?". Creo que, en ocasiones, vivimos cosas que consideramos que siempre serán importantes para todos los que la vivieron junto a nosotros, pero nos equivocamos. Hay recuerdos compartidos que tienen diferente jerarquía de importancia dependiendo de la perspectiva de la persona: una situación equis vivida con un personaje equis puede ser muy importante para una persona y por ende será recordado como tal: una situación importante y quizás trascendental ; ello no implica que el personaje equis tenga o deba tener la misma percepción en el mencionado contexto. Esto explica la frustración sentida por algunos cuando recuerdan algo y lo comparten, creyendo que el sentimiento producido por dicho recuerdo será igual en la otra persona y ¡BUM! resulta que no.

He aprendido, créanme... a veces las películas ilegales -para mi, las películas "de amor" con finales felices son ilegales- pueden hacerte reflexionar acerca del amor y todo lo que lo envuelve y/o rodea. Son recuerdos, señores... recuerdos que no volverán y que sí, crearon un momento lindo para contar en un futuro, pero recuerdo al fin que no garantiza un futuro igual, que no garantiza que la otra persona sienta lo que tú sientes... ni siquiera garantiza que la persona con la cual viviste el momento lo recuerde... ni siquiera eso. Es triste, lo sé, pero es mejor vivir con los pies en la tierra que ser felices gracias a una mentira creada por nuestro sub-consciente para evitar el "dolor" de la realidad.

Esto es a lo que llamo un escrito mata-ilusiones... y me encantan. Para los que vieron Harry Potter, es como clavarle un colmillo de basilisco al corazón para hacerle entender de una buena vez que lo que él quiere no es precisamente lo que va a pasar. Sí, eso es conmigo, no necesariamente tienen ustedes que asesinar a sus ilusiones... pero por favor vean la realidad y no los espejismos que nos hacen ver los recuerdos. Abran los ojos y cierren -un poco nada más- el alma y el corazón. Auto-evalúense objetivamente y co-evalúen a esas personas que consideran indispensables en sus vidas a ver si realmente lo son y si ese "sentimiento" es correspondido. Y algo más: escriban sus nuevos recuerdos

...no les pido más que eso.


Firmado y sellado.

PD: Debo varios post de la graduación, lo sé. 
PD2: Cualquier parecido con la realidad de algun@s es pura y simple coincidencia.

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