Agradezco cada día de mi vida el hecho de tener la mejor familia que se puede escoger: mis amigos, con sus altos y bajos, sus triunfos y fracasos, sus aciertos y desaciertos, sus virtudes y defectos, sus vidas en general. Le doy gracias a Dios por eso, porque creo en Él y sé que los puso en mi camino porque sin ellos no hubiese podido ser lo que soy, hacer lo que hago, pensar como pienso, vivir como vivo, sentir como siento lo que siento.
Los amigos son grandes tesoros y, más allá de querer venderlos porque soy consumista y capitalista, los tengo en una caja fuerte hecha de celos y que abro a los demás si les tengo confianza, si demuestran cariño y jurándoles un par de coñazos si les hacen daño o los alejan de mi. Mis amigos, aunque no lo digo nunca, son lo mejor que tengo, lo único que tengo en este momento, porque mi familia sanguínea siempre la he tenido y siempre la tendré; mis amigos están aquí por decisión propia y porque yo los dejo estar.
La amistad es como la mesa de té de Alicia en el país de las maravillas: una merienda de locos donde nos invitan a sentarnos y escogemos hacerlo o no; donde cabemos y donde disfrutamos todos, donde reímos, donde lloramos, donde celebramos todos. Mi mesa del té tiene a los mejores invitados que la vida pudo dejarme sentar allí, aunque algunos de ellos no concuerden con otros, todos están en esta mesa por y para mi y no hay palabras ni acciones ni regalos que puedan describir o demostrar el agradecimiento.
Hay días -como hoy- en los que recuerdo que tengo mi merienda de locos y me refugio en ellos, echo mi cuento y, aunque muchos "estén en otra onda" me escuchan y si es de llorar, lloramos sobre las tazas y luego nos tomamos las lágrimas 'cagados' de la risa; si es de reír, reímos hasta babearnos y bueno, no nos tomamos eso, la locura a veces tiene límites.
Amigos locos, cuerdos, serios, payasos, divertidos, amargados, difíciles, fáciles, enamorados, empepados, embobados, leales y fieles todos, mi merienda de locos personal: por aguantarse mis "días como hoy" gracias totales.
PD: Reclame su cotillón al final de la jornada.
[Ciertas condiciones aplican]
PD2: Agradecimiento especial para Andrés en la merienda de hoy.