mayo 22, 2011

¿Y si hablamos?

¿Y si decimos de una vez por todas lo que sentimos? No creo que sea tan malo. Lo he hecho y, en el peor de los casos simplemente dejan de hablarte. Una persona menos en tu vida no hace daño, de todas maneras no ayuda mucho que estén dentro sin que sepan realmente tus sentimientos. ¿Qué tanto les cuesta ser sinceros? No lo entiendo, la verdad.


No hablo de una situación en específico. A los seres humanos nos da miedo hablar, decir lo que sentimos, que nos odien o nos quieran demasiado por nuestros ideales, pensamientos, sentimientos; sobre todo por esto último. Sí, sé que a veces hace daño expresar lo que sientes por una persona, porque eso te hace vulnerable ante ella y te despoja de tus armaduras para defenderte, bla, bla.... pero quizás esa persona necesita que tú le digas lo importante o lo irrelevante que es para ti y en tu vida, quizás necesita una palabra para continuar o para devolverse, quizás necesita más que la certeza de un "quizás".


Expresar un sentimiento o un pensamiento no siempre tiene que ser malo. A veces aclara la mente y nos quita pesos innecesarios de encima. Es cierto, los seres humanos siempre queremos o necesitamos ser víctimas, pero créanme, muchas de las veces que creemos serlo, realmente estamos haciendo el papel de victimarios sin darnos cuenta... ¿y por qué? Por quedarnos callados. Aunque siempre está la otra cara de la moneda... cuando lo somos (víctimas o victimarios) por hablar demasiado y, aunque "las palabras se las lleva el viento" la verdad hay algunas que nunca se olvidan.


La idea entonces es hablar lo justo y necesario, ni más ni menos... la dificultad es saber el límite de ello. Pero nada, simplemente cuando sientan que la están cagando mucho, dicen algo como "perdí el hilo" o "se me fue la idea" y asunto resuelto. Nada de "creo que estoy hablando de más" porque es una frase que demuestra la metida de pata, al igual que "no sé por qué dije todo eso" y "discúlpame si te hice sentir mal" o "creo que dije muchas estupideces" (aunque si llegan a ellas, la verdad ya no hay vuelta atrás). Lo importante es sincerarse y punto. Dar sin esperar recibir es como pedir caminar sin avanzar, pero supongo que ese es un acto noble que el 2% de las personas en el mundo ponen en práctica. Siempre esperamos algo de la otra persona, por eso casi siempre nos decepcionamos.


Una amiga me dijo una vez "no des más de lo que recibes", pero pana, si no son sincer@s con usted, séalo primero, porque la sinceridad es la clave del éxito, o del fracaso, pero es la clave de que algo está pasando y de que ese algo traerá consecuencias. Claro está que en ciertas situaciones no podemos ser totalmente sinceros, ¿se imaginan? "Mira, es que de verdad me pareces horrible y no me imagino en una relación contigo". o "es que de verdad ya no quiero que seamos amigos, ya me caes hasta mal". No, pues. No se trata de mentir, pero tampoco tenemos que sincerarnos al punto de herir, se trata de expresar tus sentimientos con claridad, sin mucho adorno porque confundes y sin mucha mierda porque hieres.


Lo diré en términos sexuales (qué raro yo): el mundo está 'quesúo' de sinceridad. En estas situaciones no se miente, simplemente evitamos abrirnos ante esa persona por miedo o por lástima o damos por sentado que el otro sabe lo que sentimos, pero mira, siempre hay que ponerle velas al santo para alumbrarles el camino. Pana, si se sinceraron contigo, ¿qué te cuesta hacer lo mismo? Sea para bien o para mal... y si no lo hicieron, ¡empieza tú! No hay nada peor que ser el "stand by" en la vida de alguien y vivir con esa angustia de "siperono"... no le hagan esa maldad al mundo, vivan y dejen vivir a los demás, contigo, sin ti, como sea...


De verdad que parece que fuese una punta extensa para alguien: "siperono" -y sin explicaciones-, porque hasta en las relaciones de amistad hay que sincerarse. En esto tengo cero uno en la boleta, de verdad, porque cuesta más sincerarse con personas que te conocen muchísimo (o que te conocieron muchísimo alguna vez) que sincerarse con aquellos a los que estás conociendo, porque duele más cuando te sinceras con un amigo y hieres o sales herido. Por eso las relaciones de amistad (las de verdad) son tan delicadas y hay que llevarlas con inteligencia y cariño, claro está...


Bien, entonces el mensaje es: si el mundo está quesúo de sinceridad, deberíamos darle ese placer, ¡así que hablemos!




Firmado y sellado.

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