A veces me dan tantas ganas de regresar y poder quedarme varada en esos años que pensé que no pasarían, pero que pasaron tan rápido que ya ni recuerdo cómo fueron... Me gustaría estancarme en mi época liceísta por unos cuántos años más, hacer todo lo que no pude o no me atreví a hacer, dejar de ser tan inocente y encarar todos y cada uno de los problemas que evité por mantener la ilusión de ser la amiga de todos...
Me gustaría regresar al pasado con la conciencia del presente, para manejar situaciones que me dominaron; regresar al amor perdido con la sabiduría del futuro que le depara, con la esperanza de que quizás así duela menos; regresar a esa amistad de años, para actuar diferente y mantenerla intacta; regresar al amor prohibido, cohibido diría yo, con la certeza de que puede ocurrir, para evitar tanta frustración; regresar a la tentación, con la seguridad de un comportamiento totalmente distinto, que me permita disfrutarla sin miedo al qué dirán; regresar a la entrega inocente, con la resignación de que no volverá, para no sentirme tan culpable; regresar a momentos felices, para grabarlos en mi memoria y que no sean lo que son hoy: recuerdos borrosos...
En fin, la nostalgia me hace pensar en querer regresar a todos esos momentos. Lo triste es que ella misma me hace regresar a un sólo lugar... a la realidad.
Firmado y sellado.
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