Tuve que hacer una pausa en mi lectura de blogs de hoy, porque hace días que no entraba y una frase me acaba de marcar...
"Cada quien es fanático de sus propios demonios"
Pues resulta que sí. Los seres humanos siempre buscamos lo que hemos tenido, a lo que estamos acostumbrados. Quizás por aquello de preferir lo "malo conocido", por miedo a lo nuevo, quién sabe. Lo cierto es que siempre tendremos lo que buscamos, y regularmente nos pasamos el tiempo buscando lo mismo. Es cuestión de acciones, no cambiamos la rutina, no nos esforzamos por actuar diferente y el resultado es el mismo en cualquier caso.
Hablo por experiencia personal, dos historias iguales en tiempos diferentes, por actuar de la misma manera esperando otros resultados. Y resulta que el mundo no cambia, la gente no cambia. Eso es trabajo personal. Debemos hacer que las cosas pasen, nosotros somos los responsables de que nuestro futuro sea algo inverso a nuestro pasado. Dicen que el destino está escrito, pero yo creo que puede ser modificado. Es de cobardes resignarse y pensar "era lo que el destino deparaba para mi". Realmente hay que revisar las acciones y tomar decisiones, es fácil decirlo y difícil hacerlo, lo sé. Soy de las que no sigue sus propios consejos, así que no hay mucha moral para decirlo, pero es una de las muchas cosas que puedo hacer para ser feliz: ayudar.
Ayer mi noche fue maravillosamente equivocada. Y no hice nada para evitarlo. No debería justificarme, pero estoy totalmente de acuerdo con un bloguero, que dice que a ciertas mujeres nos gustan las relaciones disfuncionales. La buena noticia es que nada es para siempre. La mala noticia es que la dificultad para "salir" de relaciones así es tan grande como el Ávila.
Mi adorada amiga y casi hermana Jessica tiene toda la razón al decir que las mujeres somos extremadamente complicadas. Y piensa hacer un pacto con el demonio o algo así para nacer hombre en la próxima vida. JA! En cierto modo estoy de acuerdo, pero considero que los hombres sufren más siendo ellos que nosotras siendo nosotras. Ella y yo entendemos que las mujeres vivimos con un peo mental y pasamos el tiempo tratando de resolverlo; aunque a ella no le falta casi nada, he aprendido un montón en poco tiempo y le agradezco infinitamente.
Total que mi demonio es el internet. Siempre estará ahí, por más que quiera escapar de él. He mejorado, de verdad. Lo más importante ya lo tengo: aceptación y conocimiento de mi realidad y lo que debo hacer con ella. Lo más difícil está aquí y no quiero abrirle la puerta: tomar decisiones y sacar de mi vida todo lo que me hace daño. Es contradictorio, pero a veces lo que sabes que te hace daño, te hace feliz. A ratos. Pero el demonio del conformismo hace que lo acepte. Qué asco.
Definitivamente yo debí haber nacido hombre. Mi peo mental de hoy.
Firmado y sellado.
Ok, no habia leido este escrito y me nombraste jajaja.. Me gusta mucho de pana! Ademas amo eso que planteas.. Interesante el hecho de que seamos fanaticos de nuestros fantasmas
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