octubre 30, 2013

Ventas

...y sentirse de una vez para siempre
olvidado y tranquilo
como un cero a la izquierda.
M.B.

A veces me pregunto
qué vende más
si la poesía o el sexo.

Hubo un tiempo de mi vida
que yo "vendía" sexo
no en las calles
por horas o minutos
ni en los bares
con trajecitos diminutos.
Tampoco estuve
en ningún gremio
donde la prioridad fuese
hablar o vender sexo
pero sin embargo
"me exhibía" ante todos
y escribía 
poéticamente -o no-
sobre sexo.

Para muchos era un escándalo -"¿qué le habrán enseñado?"-
porque para ellos el sexo es y será tabú
yo, por mi parte, ya no escribo sobre sexo
aunque el sexo siga viviendo en mi
ya no está en mis dedos -o sí-.

Y mi pregunta inicial
es más por la difusión
que por la comprensión
una foto de un par de pechos
se puede ver 
más que un par de oraciones
unas piernas bien torneadas
son mejor 
que dos versos medio pensados.

Quizás lo comprenden
lo de las palabras
pero ¿qué se puede hacer
con dos frases cursis?
Mejores cosas ofrecen
un par de pechos bien puestos
y más aún
con quien los lleve.

No sé si envidiar
es comprender 
que aunque la poesía 
venda poco
al final
quede más de ella.
No sé si madurar
es tratar de creer
que prefiero escribir
que estar
vendiendo sexo.

Fragmento.
No lo he terminado de escribir.

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