Beatriz escribía en negro. Escribía de despedidas, adioses, hasta.nuncas... escribía de desamores, despechos, derrumbes... me gustaba leer sus escritos porque era seguro que en alguna de sus líneas definiría una parte de mi vida [de antes o de ahora]. En ella encontraba citas, oraciones perfectas que me decían algo, aunque casi nunca escribí nada al respecto. Usé Google Reader hasta que lo eliminaron [duro golpe a los lectores tipo yo] y siempre lo abría con la esperanza de encontrar un escrito más de Beatriz. Ni recuerdo cuándo "la olvidé", pero hoy me enteré que su blog fue "removido"... lástima, era uno de los mejores. Sin conocerla y ella sin saber la veracidad de todo lo que he escrito aquí, la consideraba una amiga virtual. Espero que le esté yendo bien. ¡Salud, Bea!
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Verónica escribía en rojo. Ella es mi referencia real de esa fantasiosa Anastasia Steele, aunque no se comparen ni de cerca. Por supuesto, ella existe desde muchísimo antes de que las sombras de Mr. Grey pensaran siquiera en ser plasmadas en una hoja. Al principio, creí que se trataba de investigaciones, de cuentos de otras... mi ignorancia no me dejaba aceptar que era ella, era su vida, sus experiencias. Su mundo me parecía ajeno, extraño, excéntrico, hasta una locura. Luego, cuando el porcentaje de inocencia e inmadurez fueron descendiendo, comprendí que la vida no tiene un solo tono de color, lo acepté y lo asumí. No recuerdo cuándo fue la última vez que la leí, pero quiero pensar que siguió siendo feliz con su amo. ¡Salud, Vero!
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Me acabo de enterar que Diana se llama Diana, la que escribe en azul y letras de máquina de escribir. Para mi, la venezolana que se fue a vivir a Argentina antes de que la emigración estuviera "de moda" y lo contaba -casi- todo en sus escritos "como si a alguien le importara", con una elocuencia que envidiaba [creo que no hay envidia sana, pero créanme, en realidad era envidia sana] y con esa pasión con la que quisiera vivir mi vida [no he decidido ponerle corazón al asunto]. Diana sigue escribiendo y yo la sigo leyendo, y espero crecer como lo ha hecho ella en sus escritos. ¡Salud, Diana!
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Andrea escribe multicolor. En su blog puedes encontrar historias de todo tipo, confesiones [de ella copié las que intento hacer cada cuánto], mentadas de madre y sobre todo, avances de su vida, como en este humilde (JAJA) espacio. Ella es otra de las que, sin conocerla personalmente, le conozco la vida y probablemente en la 1.0 la odiaría mucho por pura envidia o ella me odiaría a mi por ser tan stalker de sus asuntos, pero me encanta leer que le va bien y se disfruta el mundo. ¡Salud, Andre!
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Sofí "muchas P" -como la llamé a veces- escribe en "shining lines" gracias a mi visión distorsionada y el título setentoso de su blog. De ella copié lo del aprendizaje del 2013, ¿se acuerdan? JA! Bueno, lo cierto es que Sofi le escribe intensamente a todo(s) y eso me encanta porque así quisiera escribir yo. Lo principal que puedes aprender leyendo a los otros es sobre la escritura. Gracias por algunas inspiraciones y, ¡Salud, Sofi!
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Elena y Kira deben ir juntas. Ambas escriben en una especie de blanco y negro. A una la conocí por la otra, no me pregunten cuál por cuál, pero a ambas las conocí gracias a Myself que escribe en gris. Lo cierto es que me encantaba leerlas a ambas: sobreviviendo a Caracas y superviviendo a Sapporo [entre otras ciudades], respectivamente. Eso era antes, por supuesto, hoy es otra historia y qué buenas historias. ;) ¡Salud, Ele! ¡Salud, Kira!
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Acabo de cumplir un año más de vida y creo que jamás le he celebrado el cumpleaños a este espacio que ya suma un lustro [fue el mes pasado] y todas estas mujeres -y otros demonios- me acompañaron desde que escribía como una tarada hasta que entendí que la buena escritura [que no ortografía, porque siempre he tenido buena ortografía] es la mejor presentación. Hasta hoy, que no escribo casi nada pero lo leo casi todo, porque también es bueno leerse [y escribirse] después de tanto aprendizaje [banal, sentimental, etc.] ...después de crecer.
Hoy leo otras mentes, otras anécdotas, otras vidas, sin olvidar quedarme con lo mejor de cada lectura, de cada espacio en el que me "entrometo", como siempre he intentado hacerlo aquí y en la uno.punto.cero. Hoy celebro el cumpleaños de este blog con la compañía que tuve mientras lo escribí y con el deseo de que todas esas mujeres -y los otros demonios- sigan comiéndose el mundo como creo que lo hicieron, cada una a su manera, desde que las leo.
Hoy -como siempre- hay mucho que decir pero pocas ganas de decirlo, quizás porque ya pasó el tiempo de contar todo lo que siento y llegó la hora de contar todo lo que creo que sienten los demás. Escribir es mi meta pero no escribir de mi es uno de los objetivos. Espero lograrlo cuando empiece a intentarlo, como si fuese inmortal: siempre postergándolo todo.
Por los 5 años de escritura que están plasmados aquí y por los que vienen... ¡Salud, Abbie!