noviembre 23, 2011

Bodas

No sé por qué planeo una boda que no va a realizarse.

De unos días para acá he pensado "si llego a casarme..." y comienzo a crearme ideas de cómo sería ese día si quisiera casarme... si quisiera casarme... ese es el punto: si estoy haciendo planes es porque en el fondo quiero casarme. 

Oh God, ¡LA MENTIRA SE ACABÓ!

Tengo todo en mi mente... bueno, la fiesta y eso... porque es que vi un vídeo perfecto de una boda de día y me emocioné porque más o menos así sería mi boda*.

Claro que tengo muchos problemas: el novio, principalmente. No hay ni siquiera un candidato a "futuro imbécil" que quiera reivindicar el título de "el amor de mi vida" y la verdad no he pensado casarme antes de los veinticinco, así que puede tardarse... la plata: para costear la boda que me imagino, bueno, me mataré trabajando y seré un cadáver millonario... aunque podría hacer magia, soy demasiado creativa para esas cosas cuando estoy enamorada... uno siempre encuentra el cómo.

Una de las cosas que me desalienta son los matrimonios a los que he asistido... pana, ¿podrían al menos fingir que se aman? Demasiados nervios, demasiada indiferencia, demasiada preocupación por el antes -preparativos- y el después -fiesta- y se olvidan del durante -AMOR- ¿por qué? Es lo más importante... se supone que se casan por amor, ¿no? 

La idea de no casarme tiene que ver con eso: tengo miedo de no verme de no estar enamorada y bueno, eso me gana todas las partidas porque ni siquiera me animo a jugar.

Si un día decido casarme haré un vídeo con mi novio antes de lanzarme al agua para ver mi cara de idiota [haré encuestas] y si no la tengo, cancelo la boda. Fin.

*Mi boda soñada:
Bueno, algo parecido


Priss + Sebas from Al Agua on Vimeo.

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